Capítulo 39

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Llegamos a Europa después de un largo viaje. Nos quedaríamos en un hotel de Madrid, en España.

Habíamos llegado de madrugada a España, pero los dos veníamos bastante cansados así que decidimos dormir un rato.

—Vale, ¿te vas a poner pijama o dormirás con ropa.. o sin ropa?—Justin  me miró pervertidamente.

Yo lo miré ofendida, y me tiré encima de la cama.

—Heey, necesito un espacio—dijo él con voz de bebé.

—Hay más habitaciones.—Le contesté, casi sin voz porque me estaba quedando dormida ahí mismo.

—Pero yo quería esta.—Se me formó una sonrisa en la cara al escuchar nuevamente su voz de bebé y notar que hacía un leve puchero.

—No dormiremos juntos.—Contesté desganada, con los ojos cerrados y tirada como huevo frito en la cama.

—¿Por qué no?—Su voz volvía a ser la normal.

—Porque no.—Me moví un poco y él aprovechó de acostarse en el pequeño lugar que quedaba. Yo estaba ocupando toda la cama a propósito para que no se acostara. En serio no quería dormir con él.

—Vamos.. dame un espacio. Me estoy cayendo.—dijo  abrazándome la espalda, ya que yo estaba boca abajo.

Sonreí al notar sus pequeños besos en mi cuello y me di vuelta para mirarlo y darle su espacio correspondiente.

—Que conste que será sólo por esta vez..—Le dije con los ojos cerrados y una sonrisa. Sentí sus labios en los míos, pero yo seguía sonriendo y él trataba de darme un beso.

—Vamos..—Dijo para que le correspondiera el beso, pero aún así no lo hice y seguí sonriendo. —Mmh..—dijo con voz suave.

Yo me reí y le correspondí el beso, pero la verdad era que moría de sueño y él igual.

—No quiero que sea la última vez—Dijo él. Comprendí que se refería a dormir juntos.

—Yo sí, ya lo decidí. Así que tiene que aceptarlo. Quiero escuchar..—Un bostezo salió de mi boca.

—Bueno.. te doy mi palabra de scout.—Trató de poner su mano en su frente y hacer como si estuviera seriamente prometiendo algo, pero su mano cayó directo a su cara y rió.

—Nunca fuiste scout.—Le dije.

—¿Cómo lo sabes? Quizás de niño lo era..—Oh, por supuesto que lo sabía.

—Bueno, necesito dormir por lo menos dos horas, por favor concédame eso, señor parlanchín.

—Prométeme algo.—Me dijo. Yo no podía verlo, ya que nuevamente había cerrado los ojos.

—Bueno..—contesté casi durmiendo.

—Que no volverás a tratarme de usted a menos que yo te lo pida.

—Te lo prometo.—Él rió al ver que yo ya comenzaba a cumplir mi promesa.

**

Cuatro horas después los dos despertamos y Justin quiso comer algo ya que era hora de almuerzo.

—No puedes no comer nada—dijo tragándose su sándwich que había mandado a pedir.

—No tengo hambre.

—¿Estarás bien sin comer?

—Sí—sonreí, al ver su preocupación por mí.

Él siguió comiendo su sándwich y su jugo mientras veía televisión o por lo menos trataba, ya que estaba en español. Yo entendía a la perfección ese idioma ya que mi abuela era de Latinoamérica y a veces me había llevado hasta allí cuando pequeña. Yo crecí sabiendo spanglish.

—¿Qué es car..camr.. camrones?— Preguntó. Reí al escuchar su intento de español, aunque no le salía.

Recordé las veces que moría al escucharlo hablar español cuando pequeña..

—¿Camarones?—Dije en español.

—Sí, eso—asintió, con la pajita del jugo en la boca.

—Es un.. Crustáceo. Un camarón—Esta vez lo dije en nuestro idioma.

—¿Sabes hablar español?—Me preguntó asombrado y yo asentí con la cabeza. —Háblame algo en ese idioma—Me dijo.

—Quiero jugo de naranja, mmh.. usted está muy guapo hoy señor bieber, al contrario que yo, que parezco un renacuajo.—Dije en español. Sabía que no tenía que decirle Señor Bieber, pero para la oración quedaba perfecto.

—¿Qué dijiste?—me preguntó y volví a repetir todo pero en inglés para que entendiera. —No pareces eso. Eres hermosa.—Era la primera vez que me lo decía y me sonrojé.

—Te quiero—le dije en español.

—Te quiero también—me dijo en el mismo idioma.

—Eres muy caliente.—Seguí hablando en español.

—Tu también eres muy caliente—Me volvió a decir en español.

—El complemento perfecto.

—¿Soy tu complatmo perfecto?—Reí al ver que no sabía pronunciarlo ni sabía que era pero asentí. —Eres muy hermosa—no paraba de hablar en español. Yo no sabía hasta qué punto él sabía.

—Eres muy hermoso—me daba vergüenza decir este tipo de cosas, pero le seguía el juego igual.

Él se posicionó encima de mí y su rostro estaba muy cerca del mío.

—Eres muy hermosa.

—Me gustan tus ojos—Dije.

—A mí los tuyos. Y tu boca.

—Tu pelo.—Respondí.

—Tus piernas.

—Tu nariz.

—¿Quieres ser mi novia?—

¡Boom!

—Ya soy tu novia.—dije.

—¿Quieres ser mi novia? Una de verdad. ¿Quieres ser la chica que pueda amar, proteger, mimar y ser sólo mía? Y por sobre todo, mi novia aquí, en la prensa de Estados Unidos y en la China.—me preguntó esta vez en inglés.

Me abalancé a sus labios y los devoré. Cuando ya nos faltaba a ambos el aliento me separé.

—Sí—respondí en un susurro. Eso significaba que él realmente me quería y realmente quería algo serio. Sin marcha atrás. Si antes me sentía un poco insegura, ahora a la mierda todo. Él me quería de verdad.

Él volvió a besarme como nunca antes lo había hecho.

—Gracias..

—¿Cómo es que sabes tantas cosas en español?—me pregunté.

—Sólo sabía la mitad. La otra me las había aprendido de antes.—Reí ante su confesión. Él tenía preparado esto. Tenía preparada ésta forma de pedirme ser su novia. —Esta vez no será como la anterior. Esta vez será como nosotros queramos que sea.—Me dijo.

Amaba que fuera tan tierno. Jamás me había imaginado que podía llegar a suceder algo así en mi vida y ahora sólo me quedaba disfrutar lo que estaba por venir.

Mi Belieber Favorita  TerminadaWhere stories live. Discover now