Mi Belieber Favorita Terminada

Capítulo 44

Al día siguiente nos tuvimos que devolver con urgencia a Estados Unidos ya que Justin no podía dejar por tanto tiempo el trabajo, pero él me prometió que volveríamos pronto, ya que ni siquiera dimos vuelta por Paris y no pude ver la Torre Eiffel, pero definitivamente yo estaba más que contenta y agradecida por estas vacaciones.

Habían sido completamente perfectas.

Llegamos a Los Ángeles a las cuatro de la mañana, así que Justin no me dejó ir a casa.

Dormí con él y a la mañana siguiente nos despertamos temprano.

Él porque iría a su trabajo y yo porque iría a mi casa a 'Buscar más ropa para quedarme una semana entera con él'

Pero sólo buscaría para dos días, ya que no pretendía quedarme más que eso; incluso ni siquiera estaba en mis planes quedarme en su casa, ni por un solo día, pero yo sabía que él no me dejaría.

Llegué a casa y desayuné en esta. Todo estaba como lo había dejado.

Pareciera como si Polett se hubiese cansado de joderme.

Ojalá fuera así.

Limpié un poco y no me di cuenta cuando ya eran las cuatro de la tarde.

La verdad es que no tenía ni una pizca de hambre, así que no almorcé.

Tomé el teléfono y le maqué a Lily.

—¿Hola?—Dije al ver que sí había contestado pero no hablaba.

—¿____?

—No. Un fantasma.

—¡____! Por Dios, ¿Cómo has estado?—dijo entusiasmada.

—Muy bien, ¿y tú?

—Bien. No he sabido absolutamente nada de ti. ¿Para donde fuiste?

—¿No te avisé?

—Para nada. El miércoles pasé por tu casa a verte pero no estabas.

—Estaba segura de que sí lo había hecho.—¿Cómo era posible que no le hubiese dicho a ella?

—Pues si me dijiste no me acuerdo. Ahora dime.

—Con Justin nos dimos unas vacaciones.. en Europa.

—¿¡Qué!?—Dijo histérica. Su voz estaba más chillona de lo normal. —¿A Europa? ¡Dios mío!

—Lily.. debo decirte algo.

—Soy toda oídos. Definitivamente quiero un expediente con lujo de detalles sobre esas 'vacaciones'

—¿Qué tal si vienes a casa?

—Querida, llevo bastante tiempo conduciendo a tu casa. Estoy a una cuadra.

Me reí y corté.

En menos de cinco minutos ella ya estaba sentada en mi sala con un café en las manos.

—Ahora sí. Debes contarme todo. Absolutamente todo.

—Vale.—Dije riéndome de ella.

—¿Por qué a Europa?

—Porque era un lugar lindo, y yo no lo conocía. Obviemos la parte que sabemos que él conoce hasta el más mínimo rincón del mundo.

—¿Fueron como amigos?

—Lily.

—Es que aún no puedo creer que estén como si nada. Sin un nombre o algo. Ya sabes mis predicciones.