Mi Belieber Favorita Terminada

Capítulo 63: Final

El gran día había llegado.

¡ERA HOY!

Esto era un jodido sueño.

Pattie había pasado por mi desde muy temprano. Nos habíamos ido a un departamento que según ella, se lo había comprado hace mucho a Jazzy pero ella nunca se fue de su lado.

Qué amor.

Mi cabeza daba vueltas y todas estaban muy preocupadas por mí.

Había veces que hasta veía doble. Mi semblante era amarillo y cada vez que olía algún indicio de comida me daban nauseas.

—¿Estás segura que te encuentras bien?—preguntó Pattie. De pronto me di cuenta que tenía diez ojos mirándome.

—Sí, completamente segura—suspiré.

Selena, Lily, Jazzy, Pattie y Jenn corrían por el departamento llamando por teléfono, arreglando cintas o incluso, fumándose un cigarro.

Ninguna de las cinco fumaban, pero todas, excepto Selena, tenían un cigarro en la mano.

—¡No fumen!—gritaba cada vez que encendían otro. —Quedaré con el olor impregnado.—Dije frustrada.

Bien, debía tranquilizarme.

Quería ver a Justin, quería abrazarlo y que me dijera que todo iría bien.

—¿Jeremy?—Dijo Pattie al teléfono. Yo salté de inmediato. —Sí, tranquilo. Ella está bien—escuchaba algunos gritos del otro lado y Pattie decidió poner el teléfono en altavoz

—Ellos se están montando nata... ¡No Jaxon! ¡Ryaaaaan!—Se escuchaba como se reían al otro lado de la línea. —Están dejando un desastre en el departamento.

Ellos se encontraban en el departamento de Jaxon. ¡Otro mamón! Él también había preferido vivir con sus padres.

—¿Cómo está Justin?—preguntó Pattie.

—Hecho un jodido lío—Jeremy parecía frustrado.

—¿Es _____?—escuché la voz asustada de Justin y grité.

—¡Justin!

—Adiós, preciosas. Las dejaré. Hay mucho trabajo que hacer esta mañana—rio Jeremy.

—¡No papá! ¡No cuelgues!—Oí los gritos desesperados de Justin.

Oh, mi pobre bebé.

—¡Te amo!—grité.

—¡Yo más!—fue lo último que escuche antes de que se cortara la llamada.

—Muy bien señorita, su baño de burbujas está listo.—Selena apareció con todas las manos mojadas.

—Ahora que ha escuchado a su hombre, espero que esté más calmada.—Jenn tenía los nervios de punta, pero intentaba animarme.

Me dirigí al baño con un tazón de agua de hierbas. No tenía ni idea qué era, pero Jenn dijo que servía para los nervios.

Lily había pensado que era droga, a lo que Jenn se horrorizó y todas rieron.

Mi baño duró cuarenta minutos, hasta que Lily me hizo salir.

Me arropé con una bata de baño muy suave, junto a una toalla para el pelo del mismo tipo.

En la sala se encontraban más personas.

Los saludé y me informaron que había llegado la hora de la hidratación.