En Granny's

4.7K 372 31
                                    


Al bajar del coche de Regina, después de haberme convencido para que me subiera, alegando proteger el medio ambiente pero también porque era una tontería coger dos coches si íbamos a ir al mismo sitio, me apresuré a seguirla hasta el patio del colegio donde estaba sentado Henry en compañía de Mary Margaret.

«¡Hey, chico!» exclamé yo

«¿Emma? ¿Mamá?» se asombró el pequeño moreno mientras alzaba la mirada hacia nosotras y aparecía una sonrisa en su rostro. Se levantó para tomarnos en sus brazos a las dos a la vez, haciendo que me encontrara más cerca de Regina de lo que nunca había estado, su suave perfume afrutado envolviéndome completamente...

Estaba segura que podría engancharme fácilmente a esa fragancia...Finalmente el pequeño nos soltó antes de preguntar

«¿Comes con nosotros?»

«Sí, Regina me ha invitado»

«Gracias mamá, ¡eres genial!» exclamó entonces Henry volviéndola a abrazar y haciéndola sonreír.

«De nada» dijo ella acariciándole delicadamente los cabellos.

«¿Dónde vamos a comer?» preguntó él, desviando su mirada hacia mí mientras se separaba poco a poco de la morena.

«Creí que había oído hablar de Granny's, ¿no es así Regina?»

«¿De verdad? ¡Genial!» exclamó el pequeño al ver a Regina asentir con la cabeza «¿Podré pedir un helado?»

«Sí» respondí yo al mismo tiempo que la morena dejaba escapar un no, y su célebre mirada reprobatoria dirigida hacia mí.

«¡Por favor, mamá! ¡Emma está de acuerdo!»

«De todas maneras, si Regina dice que no, seguramente es por una buena razón, ¿no?»

«En efecto, gracias Emma»

«De nada» respondí yo con una ligera sonrisa de excusa para Henry, mientras que Regina me sonreía a mí. Parecía apreciar el hecho de que me pusiera de su parte, pero no era el caso de nuestro hijo que me observaba con una mirada que no quería decir sino traidora.

«Pero...» refunfuñó mirándonos a las dos

«No hay peros, sé que si te digo que sí al helado, no te comerás el palto principal» dijo la morena poniéndose a la altura de Henry «pero si veo que te comes todo sin dejar nada, es posible que te deje pedir un helado»

«¿Trato?» preguntó mirándola

«Te lo he dicho y Emma es testigo»

«Lo soy» aseguré yo con una ligera sonrisa «ve a buscar tus cosas, si no, no tendrás tiempo de comer»

«¡Hecho!» lanzó el pequeño corriendo para ir a buscar su mochila y su libro que había dejado al lado de Mary Margaret antes de correr hacia el coche, pasando por delante de nosotras sin esperarnos.

«Gracias por...En fin, quiero decir, por no haberlo apoyado en su idea de comer un helado»

«No hay de que» le respondí, divertida por el ligero sonrojo que aparecía en sus mejillas «Es su madre desde hace mucho más tiempo que yo, no es como si se le prohibieran los helados, ayer se tomó uno a la merienda»

«Pero gracias de toda maneras, sé que usted suele ponerse más del lado de Henry y...»

«Regina» dije para hacerla callar apoyando mi mano en su brazo «no siempre estoy de parte de Henry, me posicionó donde creo que es justo y ahora estoy de acuerdo con usted, así que es normal que me haya puesto de su parte»

El diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora