El diario

Kathryn

Al llegar frente a la casa de Kathryn Nolan, me giré hacia Mary que no había abierto la boca en todo el viaje, cosa extraña conociéndola. Debe haber comprendido que yo estaba a un pelo de enfadarme realmente con ella, sobre todo si continuaba queriendo que rompiera con Regina.

«Quédate aquí, si Kathryn está ahí, seguramente no tendrá ganas de verte»

«Ok» dijo ella mientras que yo salía del coche seguida de Ruby. Caminamos hasta llegar a la puerta de la esposa de aquel que es mi padre biológico, sí, esto es definitivamente muy extraño.

«¿Quién es?» resonó la voz de Kathryn Nolan

«Soy Emma, la sheriff Swan, ¿puedo entrar?»

«Sí, por supuesto» afirmó ella antes de abrir la puerta, dejando ver un rostro amoratado.

«¡Oh, Dios mío! ¿Quién le ha hecho eso?» dije yo observando su rostro

«Una pista, es uno de los malvados de la historia, pero no es Regina»

«Entonces ella y yo teníamos razón. Era Gold. ¿Aceptaría poner una denuncia? Después de llevarla a ver un médico, por supuesto, tiene unas heridas muy feas, podrían infectarse»

«¿Me protegerá para que no pueda atacarme más?»

«Le prometo que lo pondré detrás de los barrotes en cuanto haya firmado su denuncia»

«Ok» me respondió ella «voy a buscar una chaqueta»

«De acuerdo, la espero aquí»

«Gracias» susurró antes de dar media vuelta para coger un abrigo que estaba en el armario de la entrada. Caminó hacia mi poniendo su atención en mi blusa y en mi pañuelo «¡Eso no es suyo!»

«Oh...Bueno...»

«Es de su novia, si sabes lo que quiero decir Kathryn» dijo Ruby con una sonrisa divertida ante mi falta de palabras ante la que había sido durante mucho tiempo la única amiga de Regina y espero que lo siga siendo ahora, a pesar de saber quién era ella realmente.

«¿Quiere decir que...usted y Regina...ustedes...? ¿Es una broma?»

«No, no es una broma, sí, amo a la reina malvada de los cuentos de hada, yo, la hija de Snow White y del Príncipe Encantado, ya está, ¿contentas? ¿Quiere unirse a los otros habitantes de Storybrooke en la caza de la bruja?» lancé completamente exasperada, no tenía ganas de estar explicándome, ya había tenido que hacerlo bastante desde ayer.

«No quería que se enfadara, Emma y no pienso en lanzarme a la caza de la bruja como dice, y aunque soy totalmente consciente de que Regina me ha manipulado por momentos, ha sido la única aquí a la que he podido considerar como una amiga, es solo que me costaba imaginar a Regina enamorada de alguien, y menos aún de una mujer»

«El Amor Verdadero es algo imposible de comprender» le respondí yo con una ligera sonrisa comprendiendo su punto de vista, y feliz de que no odiara a mi morena «¿Vamos?»

«Vamos» asintió antes de seguirme hasta el coche tomando asiento a mi lado, mientras que Ruby se sentaba detrás, al lado de Mary.

«Por cierto, ¿cómo debemos llamarla? Debe tener un nombre en el mundo de los cuentos de hadas»

«Abigail, me llamo Abigail, pero podéis seguir llamándome Kathryn, después de todo no soy ni completamente Kathryn ni completamente Abigail, es algo bastante extraño»

«Estamos todos en el mismo saco» respondió Ruby detrás de nosotras haciendo que Kathryn/Abigail se diera la vuelta y viera a Mary en el coche

«Buenos días Snow»