David

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Rápidamente nos unimos a Ruby, Kathryn y Snow en Granny's donde la rubia y la morena retenían a la que era mi madre biológica, impidiéndole salir en mi busca.

«Hola otra vez, gente» dije abriendo la puerta

«Hey, ¿todo bien?»

«Perfect, y ustedes con...»

«¡Deja de hacer eso!» exclamó Snow enfadada

«¿De hacer qué?» pregunté

«De impedir que te siga»

«Si no te empeñaras en hacerle daño a mi novia, no me vería obligada a pedirles a Kathryn y a Ruby que te vigilaran como a una niña de guardería. Ahora, perdóname, pero tengo algo más importante que hacer que escuchar tus quejas» repliqué con toda la calma que me había invadido durante mi tiempo con Regina, pero que se estaba yendo tan rápido como había venido «Rub, ¿puedo dejarte a Henry? Tiene que tomar una ducha y cambiarse, yo tengo que ir a ocuparme de Gold antes de que se entere por alguien de que quiero atraparlo y decida huir»

«Cuenta con ello, voy a ocuparme de tu pequeño»

«¡No soy pequeño!» exclamó Henry haciéndome sonreír

«Pórtate bien con Ruby, no le hagas perder la cabeza»

«Prometido, ten cuidado con Gold»

«Lo tendré» le prometí abrazándolo «¡adiós a todos!» dije antes de salir sin esperar a que Snow comenzase otra vez. Era consciente de que debía tener una conversación de verdad con ella, pero tenía tendencia a querer rebajar a Regina en cada frase y yo no podía soportar eso más de unos segundos. Suspirando entré en el coche, dirección la comisaría para coger mi arma y las esposas que me iban a ser útiles para arrestar a Gold.

«¿David? ¿Qué haces aquí?» pregunté a mi padre biológico al encontrarlo en una de las sillas de la comisaria

«He venido a hablar contigo, sobre Regina»

«Si es para lanzarme el mismo discurso que Snow, no tengo tiempo, tengo otra cosa que hacer»

«No, en absoluto, ella me ha explicado lo que te ha dicho y he comprendido que no es lo que tú tienes ganas de oír, que realmente la amas. Si ella es tu Amor Verdadero, ni Snow ni yo podemos hacer nada y tú tampoco. Así que, solo quiero hacerte una pregunta, ¿eres feliz con ella?»

«Sí» respondí yo con toda la determinación que tenía, y él me sonrió

«Entonces, no me interpondré entre ustedes si la amas y eres feliz con ella, es todo lo que necesitaba saber, es todo lo que siempre he querido para mi hija»

«Gracias David» sonreí yo también aliviada, aunque no me hubiera criado, me daba cuenta de que su opinión contaba para mí

«De nada. He sabido que intentar arrestar a Gold, si necesitas ayuda, busco trabajo»

«¿Coger a mi padre como ayudante del sheriff? Podría estar bien, ¡coge!» dije pasándole un par de esposas y la placa que volvía a él por derecho «ahora estás a prueba»

«Bien, entonces, ¿puedes explicarme todo el caso?»

«Te lo explicaré por el camino, vamos» le respondí cogiendo mi placa, mi revólver y mis esposas.

«¡Gold, abra esta puerta, no me obligue a echarla abajo!» grité golpeando por tercera vez la puerta de su casa, que finalmente se abrió dejando ver a Belle

«Oh...yo la conozco»

«Es probable, escuche, estaré contenta de hablar de eso más tarde, pero de momento, debo ver a Gold»

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