Reencuentro

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Aparqué mi coche a unos veinte metros del cementerio, y aproveché los minutos de caminata para llamar a Regina que respondió casi instantáneamente.

«¿Honey? ¿Todo va bien?»

«Sí, todo bien, acabo de salir de tu casa, logré llegar antes de que lo destrozaran todo, tu casa está intacta»

«¿De verdad?»

«Sí, y he hablado con mis padres de nosotras, no ha sido una fiesta, pero Ruby está de nuestro lado, ellas los está distrayendo en ese momento, estoy de camino con Henry para hacerte una pequeña visita»

«Acuérdame de darle las gracias a Ruby si me la cruzo uno de estos días»

«Prometido, estaremos ahí en uno o dos minutos, tendrás que abrirnos la puerta»

«Lo haré»

«Te amo» susurré dulcemente, tan suavemente que me sorprendió que me hubiera escuchado

«Yo también» me respondió ella tan suavemente como yo, casi la podía ver sonrojarse aunque no estuviera frente a mí

«Hasta ahora» dije finalmente antes de colgar. Habíamos llegado a nuestro destino. Dejando la bolsa a mis pies, comencé a empujar el féretro del padre de Regina que abría el camino que llevaba a las catacumbas «pasa delante chico, tengo que cerrar, coge mi linterna» dije dándole la linterna que siempre llevaba en mi bolsillo para que alumbrara y no se rompiera la cabeza mientras bajaba. Le seguí, después de cerrar el paso y agarrar la bolsa que contenía todo lo que había cogido en casa de Regina.

Nos hundimos en la oscuridad, solo la linterna que sostenía Henry daba algo de luz. Internándonos por los pasillos, llegué al que llevaba a la estancia secreta en la que ella estaba encerrada, y hallé la puerta abierta y ella esperándonos delante.

«¡Mamá!» exclamó Henry corriendo hacia ella, tirándose a los brazos de la morena «tuve mucho miedo de que te cogieran»

«Estoy bien» le aseguró estrechándolo fuertemente en sus brazos

«Vamos a ponernos a resguardo» dije yo cogiendo su mano y tirando de ella y de Henry hacia dentro, cerrando la puerta. Prefería saber que estaba a salvo detrás de esta puerta antes que allí fuera, donde está todavía muy expuesta «te he traído algunas cosas, pero no lo he podido coger todo, mis padres están en tu casa con Ruby, más tarde volveré»

«¿Me estás diciendo que has dejado a tus padres en mi casa? ¿Sin otra vigilancia que Ruby?»

«Ella lo ha sabido manejar muy bien hasta ahora, no te preocupes, ten confianza en ella. Te ha salvado la vida hace un momento, ¿sabes?»

«Lo sé, lo siento, solo es que me cuesta confiar»

«Lo sé» sonreí, colocándole tiernamente un mechón detrás de su oreja antes de darle un beso en la mejilla

Sentándose en el sofá, mi morena se cogió la cabeza entre las manos, conmovida ante la debilidad que no mostraba todos los días, me senté junto a ella, y la tomé en mis brazos con ternura, y comencé a acariciar su cabello.

«Debería entregarme, así evitaría todo este circo completamente ridículo»

«Te lo prohíbo, si hace falta te esposaré a este maldito sofá. Y hablo en serio, déjame que les convenza de que has cambiado, que eres mejor, dame tiempo» rogaba yo, sintiendo que en algún momento ella pudiera hacer algo insensato, algo que podría serle fatal.

«Ok, ok, te dejo tiempo» me calmó ella cogiéndome las manos, comenzando a acariciarlas con su pulgar, trazando pequeños círculos.

Escuché un ruido que me hizo levantar la cabeza al mismo tiempo que a la morena, Henry, me había olvidado de mi propio hijo con toda esta agitación. Me separé un poco, invitándolo a que se nos uniera en el sofá, lo que hizo, deslizándose entre nosotras, apoyando su cabeza en el hombro de Regina.

«Es mucho mejor cuando no discutís» susurró Henry

«También lo creo» confirmó Regina «pero supongo que era más fácil odiar a Emma que aprender a conocerla»

«Yo nunca te he detestado, de hecho y para decirlo todo, la primera vez que te vi, me pregunté cómo una mujer tan bella como tú podía ser tan malvada»

«¿De verdad?»

«Sí, tenías algo envolvente...que sigues teniendo por supuesto»

«Aduladora» sonrió divertida la morena

«Mereces todos los halagos del mundo» respondió cogiendo su mano por encima de Henry y dándole un beso

«¿Esperas tener una recompensa?»

«¿Por qué no?»

«Veremos eso más tarde»

«Te tomo la palabra»

«Confío en ti para eso» me respondió mirándome con una ligera sonrisa

Fuimos arrancadas de nuestra burbuja por el timbre de mi teléfono. Apartando mi mano de la suya, cogí el móvil y miré quién podía estar llamándome, Ruby...

«Hey, ¿algún problema?»

«Tus padres se han marchado en tu búsqueda, dime tú si es un problema»

«Un poco sí, eso quiere decir que vamos a tener que acortar nuestra visita a Regina. Gracias por avisarnos»

«De nada. Dile a Regina que se cuide»

«Se lo diré. Adiós Rub» respondí yo antes de colgar «era Ruby, Mary y David se han salido a buscarme»

«Entonces es necesario que os vayáis tú y Hen...» al bajar la mirada al mismo tiempo, me sorprendí al descubrir a nuestro hijo dormido, medio cuerpo sobre Regina y el otro medio sobre mí.

«Se va a quedar contigo» susurré para no despertarlo «mañana vendré a buscarlo, es mejor que no le despertemos, ha vivido muchas cosas hoy, necesita descansar»

«Ok, cuídate»

«Tú también» le respondí antes de levantarme y posar mis labios sobre los de la morena

«Yo no me moveré de aquí, así que hay pocas probabilidades de que me suceda algo»

«Nunca se es demasiado prudente» repliqué yo antes de salir de la estancia, cerrando la puerta detrás de mí, subiendo a la superficie sola...

«¿Dónde has estado? ¡Hemos estado en un sinvivir!»

«Estoy bien, relax» repliqué dejando mi chaqueta en mi habitación del apartamento, y buscando mi mochila en la que metí algunas cosas con las que pasar unos días

«¿Qué estás haciendo? ¿A dónde vas?»

«A casa de Regina, hasta que todos hayáis recobrado la razón y dejéis de querer matar a mi novia por cosas que hizo hace más de 28 años, ¡existe la prescripción!»

«Pero Emma, acabamos de reencontrarnos, no vas a irte ya, sobre todo por culpa de esa bruja y ¡no hay prescripción en nuestro mundo!» replicó David cerrándome el paso

«Regina Mills no es una bruja y en este mundo hay prescripción, y además es vuestra culpa si me voy, ahora ¡dejadme pasar!»

«Te ha embrujado, no veo otra explicación para que te empecines en defenderla»

«No hay magia en Storybrooke y lo sabes»

«Ha podido encontrar el modo de usarla sin que lo sepas»

«No la ha usado, confío en ella y estés de acuerdo o no con eso, nada cambiará, ahora ¡déjame pasar!»

Suspirando David se apartó para finalmente dejarme pasar

«Gracias»

Salí del apartamento, subí rápidamente a mi coche, arranque y me dirigí a casa de Regina...


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