Capítulo 3

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Prosiguió a sacar lo que contenía aquel paquete, sino antes ponerse unos guantes especiales para la ocasión. Muy cuidadosamente lo puso en un recipiente que tenía a lado, aquello era lo que más le gustaba del cuerpo humano, no podía dejar de admirarlos y tenerlo en sus manos era como un tesoro para él, los ojos, aquello que nos permitía mirar lo que era el mundo.

Eran perfectos para él, aunque fueron costosos eso no era un problema. Su color favorito era el verde, ya que relacionaba ese color con la vida y justamente los que tenía en frente eran los que tanto había esperado tener, era muy difícil conseguir ese tipo de cosas, pero Jimin ya sabía moverse por esos lugares, no le faltaba mucho para tener su colección de ojos completa.

Y como toda persona, tenía sus preferencias, le gustaba que los ojos fueran desde niños con meses de haber nacido hasta de 8 años de edad, tenía una buena razón, bueno desde su perspectiva lo era, aunque sonara enfermo para una persona normal, para un psicópata era como decirle a un mesero con detalle su platillo favorito.

Después de poner los ojos en un recipiente se dirigió a uno de los armarios que se encontraban a un costado de él, le quitó el candado y entre todas escogió una de las muñecas que tenía guardadas, volvió a la mesa poniendo la muñeca sentada a un lado de los ojos.

Era una muñeca muy linda, de una estatura de una niña de 5-6 años, con rizos color rubios y su ropa colorida, de esas muñecas que cualquiera niña de 10 años quisiera tener para jugar al té o platicar. Pero lo único diferente que tenía de las demás es que no poseía ojos, Jimin se los había quitado, no porque no le gustaran, él tenía un motivo.

Acomodó su estuche de herramientas en la mesa, después de haber escogido las herramientas necesarias, tomó a la muñeca y colocó en el hueco de los ojos un líquido especial para que cuando pusiera los ojos no se dañaran por detrás, dejo a lado la muñeca y agarró los ojos, los colocó en un recipiente con un líquido extraño, el cual era muy difícil conseguir los elementos para crearlo. Por ultimo sumergió los ojos en aquel recipiente.

-Sólo queda esperar — exhaló— ¿Qué hora serán? —Revisó su reloj, eran las 2 a.m.—Rayos, tengo que dormirme ya.

Apagó las luces y cerró la puerta, siempre con seguro. Subió las escaleras hasta su cuarto y puso por lo menos 3 alarmas para despertarse a las 6:00 a.m.

•Yoongi•

Yoongi despertó, no tenía ganas de ir a la escuela, como todos los días, pero tenía que ir, no podía seguir con las mismas calificaciones de siempre. La universidad se acercaba y aunque pareciera no importarle mucho, él sabía que si no lograba entrar en una de ellas le estaría fallando a alguien.

Se echó agua en la cara para poderse despertar, pero aun así siempre se quedaba con sueño. Se vistió y salió a esperar a que Jimin pasará por él. Se puso sus audífonos mientras se sentaba en la orilla de la banqueta, era un chico que al mirarlo mostraba tranquilidad, como si nada lo tuviese preocupado, se podría decir que era como su toque personal.

Cuando casi se quedaba dormido en la banqueta escucho el claxon de un carro, sí, era Jimin.

Yoongi se sobresaltó y abrió los ojos mirando el carro enfrente de él "¿Por qué rayos tuvo que hacer eso? En serio, me pude haber muerto de un paro cardiaco aquí"—renegó en su cabeza y se levantó para caminar hacia al carro y poder entrar en él.

-Buenos días Yoongi—sonrió.

- ¿Qué tienen de buenos? Casi me muero de un paro en la banqueta por cierta persona.— Habló con su tono enojado.

-Hubo una buena razón.— Rió Jimin.

- ¿Matarme?— preguntó mientras mantenía una ceja levantada.

 LOCO SIN DELIRIO ♠Yoonmin♠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora