LOCO SIN DELIRIO ♠Yoonmin♠

Capítulo 7

Después del fallecimiento de la que era novia de Jimin y tras una larga investigación de los policías, la cual llegó a la conclusión del suicidio, Jimin y Yoongi pasaron más tiempo de lo normal, y el paso de 2 meses Jimin se recuperó de aquel terrible suceso, o eso es lo que pensaba Yoongi.

•Yoongi•

«Ver que Jimin se estaba recuperando me hacía sentir bien, aunque no lo demostrará tan seguido, el sentimiento de tranquilidad a su lado me hacía querer nunca separarme de su lado, era extraño, nunca pensé que algún día me sentiría así, más bien nunca en mi vida me había sentido así con una persona.» pensaba mientras se encontraba caminando junto a Jimin.

-Hey Yoongi— habló el chico castaño tomando su atención.

- ¿Qué?—contestó despejándose de sus pensamientos que lo estaban distrayendo.

-Detente un poco.—poniendo su brazo delante de él indicándole que se detuviera.

- ¿Para qué? — arqueando la ceja deteniéndose mientras observaba a Jimin buscando algo entre sus bolsillos.

-Antes de entrar al salón, quería darte esto. — sacó de su bolsillo lo que era una pulsera negra con letras blancas en ellas.

- ¿Una pulsera? – lo miró un poco confundido, agarrando la pulsera que le estaba dando. —¿Por qué?

-No sé si te gusten las pulseras–rascando un poco su cabeza. –Pero como no usas ninguna te la quise dar, como muestra de agradeciendo—dirigió su mirada hacia él con una sonrisa.

Yoongi sintió una gran aceleración en su corazón, sentía como su cara se ponía caliente, un regalo... nunca había recibido un regalo en su vida, ni de sus padres, o más bien de su mamá, no porque no lo quisiera, sino porque el dinero apenas les alcanzaba para lo esencial y no se podían dar el lujo de comprar regalos, aunque ellos quisieran.

-Bueno, si no lo quieres está bien.

-¿¡Qué!? Obviamente lo quiero tonto, aunque no use pulseras. –dijo mientras se ponía la pulsera en su muñeca derecha. –esta vez te la aceptare. –luego de ponérsela leyó lo que decía en la parte delantera de la pulsera. —¿SUGA?

-No me mates. – exclamó poniendo las manos en modo de súplica mientras que Yoongi levantaba su mano pareciendo que lo iba a golpear en la cabeza, pero lo único que sintió Jimin fue como le revolvía su cabello.

-Si no fuera porque se ve cool si te hubiera golpeado.— sonrió mientras aún miraba la pulsera.

- ¡No me asustes así! –hizo un puchero que le pareció lindo a Yoongi.

-No seas llorón, mejor apúrate que llegaremos tarde al salón.

•Jimin•

No era de las personas de la que solían regalar cosas a los demás, no si no había un motivo de por medio, siempre buscaba su propio beneficio y esta vez no sería la excepción. Había pensado en regalárselo hace tiempo, pero sabía que no lo aceptaría, tenía que ganar su confianza para que lo pudiera aceptar y lo había logrado.

Ahora que por fin le había regalado lo que parecía una pulsera, sería más fácil saber dónde se encontraba, ya que realmente era un rastreador que funcionaba a todas horas. Pero, ¿Para qué? O ¿Por qué?

Todo tenía su razón, a Jimin le gustaba saber siempre donde estaban sus próximas víctimas, no le gustaba descuidarlas, o por lo menos batallar en buscarlos. Saber sus rutinas le facilitaba el poder lograr sus objetivos sin que nadie pudiese sospechar que fue algo salido de lo normal.

Ya había progresado bastante estos meses, Yoongi estaba a punto de caer ante él, y cuando lo hiciera comenzaría lo que tanto ha querido desde que lo vio. Nada podía salir mal, sólo queda esperar un poco más, sólo un poco para que todo haya valido la pena.