Te Necesito [Yandere Simulator]

XXXVI "Mas tareas"

En la escuela se sentía un clima bastante pesado. Ya todos los estudiantes se habían enterado del asesinato de la presidenta del club de jardinería. Según las "ex-miembros" de dicho club, en el cobertizo faltaba una sierra circular que utilizaban a menudo. Sin embargo, la policía no encontró ninguna arma en los alrededores, y tampoco había pistas del asesino, por lo que desestimaron esa declaración.

Ciertamente, esa arma se encontraba en este momento en el bolso de Ayano, junto con un cuchillo y la ropa que estaba utilizando ese mismo día.

Debido a los "inconvenientes" que había tenido, no pudo deshacerse de esas cosas, por lo que se había levantado muy temprano para poder quemar todo eso en el incinerador del instituto.

Cuando terminó de hacerlo, aun no era la hora de ir a clases, así que decidió quedarse cerca de su casillero, con su celular, apreciando todas las fotos que había sacado anteriormente a senpai, pero también las que tenían juntos, cuando salieron por primera vez, y en el cine.

Se sonrojaba cada vez más con cada foto. Después de un rato no podía ver nada; alguien detrás de ella le había tapado los ojos con sus manos.

-¿Quién soy?- le susurró en el oído

-¿Senpai?- preguntó ella.

-Que lista eres, pero creo que podrías ser más específica...

-¡Budo!- dijo al oír su voz más claramente.

-Vaya...me descubriste- respondió retirando sus manos de los ojos de ella y dándole un beso en su mejilla.

Ayano se dio la vuelta para poder tenerlo de frente.

-Budo...¿Estás bien?- dijo Ayano mirándolo.

-S-si, ¿Por qué lo preguntas?

-Te ves...no lo sé...algo...- decía Ayano algo pensativa, pero luego desvió su vista- ¡Senpai!- dijo casi en un grito al ver a Taro.

Taro se acercó a ella y le dio un dulce beso en sus labios. No se percató de la presencia de Budo, que había mirado para un costado para no ver como besaba a Ayano.

-Oh, hola Budo- dijo Taro separándose de Ayano.

-Hola Taro- respondió él.

Ayano los miró a los dos.

-¿Qué les sucede?- preguntó Ayano a los chicos, viéndolos un poco decaídos. Ellos se miraron algo nerviosos- Oh...¿Es por esa chica que murió?

Ambos volvieron a cruzar miradas, y luego miraron al suelo.

-Yo...-empezó Taro- la conocí hace mucho, cuando era parte de su club. Nos llevábamos bien, incluso después de que abandone debido a que me dejó de interesar la jardinería. Éramos buenos amigos...-decía con a vos ya un poco quebrada.

"De haberlo sabido antes...la hubiera asesinado hace tiempo"-pensaba Ayano un poco molesta por ver a Taro angustiado por Sara.

-Y yo...-siguió Budo, formando puños con sus manos- No pude hacer nada...para ayudarla. Ella era...una excelente compañera...

"Ya basta"

Ayano no soportó más que siguieran en ese estado debido a esa chica, por lo que se abalanzó hacia ellos, para abrazarlos.

-Me hace mal verlos así- dijo Ayano con sinceridad.

Los chicos se quedaron un poco sorprendidos, sonrojados, pero correspondieron el abrazo.

Taro no pudo evitar sonreír por la ternura y compasión de Ayano, aunque se sentía algo incómodo porque ella también estaba abrazando a Budo, pero no podía estar molesto.

-Eh...creo que ya debo ir a mi club- manifestó Budo con la intención de que Ayano lo soltara, a pesar de que quería seguir así todo el tiempo posible, pero por respeto a su amigo, no podía.

Ayano los soltó a ambos, y ellos le sonrieron.

-¿Nos vemos más tarde Budo?- preguntó Taro abrazando a Ayano por la cintura.

-Claro- asintió él.

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Los tres pasaron el receso sentados en la fuente. Se divertían bastante conversando.

-Oye Taro, ¿Cuándo haremos el trabajo de contabilidad?- preguntó Budo- es para el lunes.

-Oh, ya lo estaba olvidando. Mmm...¿El domingo?- dijo gracioso.- Era broma. Pero no el fin de semana.

-¿Y por qué no el fin de semana?- preguntó Ayano algo intrigada por saber que haría Senpai.

-Porque quiero estar contigo- le dijo tomando su mano. Ayano se sonrojó.

-Okey...- dijo Budo interrumpiendo a "los novios"- ¿Y mañana después de la escuela?

-¿Mañana es jueves cierto? Está bien- accedió.- En tu casa.

Budo iba a proponer hacer el trabajo el viernes, pero sabía que Taro diría que no, puesto a que ese día Ayano le confesaría sus sentimientos en el cerezo. No le gustaba para nada pensar en eso; que la chica de la que él está enamorado se le confiese a otro.

-¿Puedo ir con ustedes?- preguntó Ayano.

Taro iba a decirle que sí, pero Budo lo interrumpió.

-Te vas a aburrir Ayano- mencionó cortante- es un trabajo algo largo.

-¿Qué dices Budo? Si tú eres el más hábil para las cuentas- lo elogió Taro- No creo que nos lleve mucho tiempo- dijo optimista.

En realidad Budo no quería tener a Ayano con ellos porque Taro no prestaría atención con ella a su lado, pero principalmente porque él mismo no podría detener sus impulsos de besarla apasionadamente, como tanto le gustaba.

-Prometo no molestar- dijo Ayano a Budo- Además no tengo nada que hacer. Si no estaré sola...en mi casa...-titubeaba Ayano para convencerlo.

-Bueno...- dijo Budo aun dudando un poco.- Esta bien Ayano.

-¡Sí!- dijo ella entusiasmada.

-Em...tengo que... esperarlos a los dos ¿Cierto? Hasta que terminen con sus actividades...-mencionó Taro recordando que ellos salían de la escuela todos los días a las seis de la tarde debido a sus respectivos clubes.

-Creo que puedo pedirle a Sho que dé las clases por mi- dijo Budo- ¿Y tu Ayano?

-No hay problema. Hablaré con Kokona- respondió Ayano feliz por no asistir mañana al club de cocina- Solo me tendrán que esperar unos minutos, hasta que termine de ducharme.

-¿Ducharte?- dijeron los chicos al unisono.

-Mañana me toca Educación Física- dijo ella- A no ser de que quieran verme toda sudada, tengo que bañarme ¿No?

Ninguno de los dos muchachos contestó, por quedarse pensando en cosas que los hizo sonrojarse al mismo tiempo, a lo que Ayano solo los miró tratando de deducir lo que se estaban imaginando.

Justo había sonado el timbre que indicaba que debían volver a clases. Ayano se despidió de los chicos y se fue a su salón.

Taro junto con Budo también se fueron a su clase.

-¿Verdad que es una lindura?- mencionó Taro haciendo referencia a Ayano, sin esperar una respuesta como la que iba a dar Budo.

-Toda una belleza- dijo Budo pensando perdidamente en Ayano; Taro volteó a verlo confundido- Eh...Ya... Ya llegamos a nuestro salón Taro- dijo Budo entrando y sentándose en su pupitre avergonzado.

Taro sin entender aun esa reacción, también se sentó en su pupitre.