XII

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Entre risas bajan las escaleras. Los gritos de Billie llamando a todos para reunirse cesan cuando los ve bajar y más atrás viene el resto. Sobre la mesa hay cientos de cosas, frunce el ceño cruzando miradas con Danger. ¿Más provisiones?

— ¿Más provisiones? —hace a su mente hablar, trazando una mueca de fastidio en su rostro. Billie frunce el ceño.

— ¿Cómo que "¿más provisiones?"? —remeda—. Sí, más provisiones, ¿recuerdas que tenemos que sobrevivir?

Va a responder igual de defensivo. Él no se le queda callado a nadie, ¿por qué se le callaría a Billie? Lindsey lo detiene haciendo una seña con su mano frente a su rostro, le lanza un paquete plástico a Danger a su lado.

—Uh, necesario —silba haciéndolo reír. La castaña golpea levemente su abdomen con su mano—. No vamos a morir desangradas.

—No comentaré nada al respecto —alza sus manos—. Al menos sabemos que no están embarazadas.

El coro de risas rodea la mesa por parte de los hombres, mientras que Lindsey, Frances y Danger lo insultan, la última aprovecha para golpearlo con fuerza esta vez. Entre las provisiones hay comida y productos elementales, o como alega Billie, para sobrevivir. Tras el convencimiento de que los Pasamontañas los necesitan vivos, aceptan cada cosa que les es suministrada cada cuanto, aun sin saber fecha. Al parecer prefieren darles todo, menos un calendario. Ray cree que en cualquier momento uno de ellos enloquecerá y comenzará a gritarle a esquinas en donde se supone que están las cámaras, pidiendo saber la fecha en la que están varados. No parece algo relevante, pero sí es estresante. Al menos para ellos.

—No sé por qué hay maquillaje —bufa Kellin apartando las cajas con molestia. No es un experto en ese tipo de cosas, pero bien puede saber que Kellin no se equivoca. Les han provisionado maquillaje—. Cada vez quiero ahorcar más a esos idiotas.

—No te arriesgues —codea Andy, apuntando al techo con una sonrisa vacilante—. Ellos puedes escucharte.

— ¿Qué mierda importa? Nos secuestraron y nos encerraron para hacer cosas en contra de nuestra voluntad, que se enteren de mi desprecio. ¡Putos! —muestra ambos dedos del medio, girando de izquierda a derecha sin remordimiento. La mirada amenazante de Billie lo hace bajar sus manos. Está casi seguro de que si Billie no tuviese el peso de guiarlos como grupo, probablemente sería uno más de ellos, bromeando a pesar de las adversidades.

— ¿Cómo es que nos hacen matar personas, pero nos envían provisiones? —Matt hace una mueca de disgusto—. ¿Se dan cuenta de que este "juego" tiene cada vez menos sentido?

—Todavía ni siquiera comprendo el sistema de organización —Vic sacude su cabeza—. No sé cuándo se nos dan ventajas, o cómo podemos morir, o por qué morimos, o por qué hay que matar, o por qué sólo debemos abrir una jodida puerta, o por qué no la podemo abrir aun.

—Tú nunca comprendes nada —resopla Kellin, comenzando con las típicas discusiones entre ambos. Ve a Danger sonreír por encima de la camisa que ojea.

Las provisiones se van apartando a quien más las necesita hasta que un agujero se va formando en medio de la mesa. Las cajas con el maquillaje permanecen en el medio. En el caso de Lindsey, Frances e incluso Danger, ¿de qué demonios serviría si no salen más que para asistir a misiones? Pasamontañas inútiles. La pantalla al fondo de la habitación se enciende, detonando el sonar de una alarma que usualmente hace el nombre de Billie resaltar en negro y tonos verdes, una nueva forma de solicitarlo, según lo que escuchó decir. Las miradas giran al pelinegro que suspira, llevando sus manos a regresar su rostro.

—Les juro que estoy empezando a detestar mi nombre —murmura tomando sus cosas—. Iré a ver qué quieren. Mantengan todo ordenado, el maquillaje a la mesa del fondo —arranca un pedazo de pan, metiendo uno a su boca. Lo observan con diversión—. Tenemos que empezar de nuevo con los números y la puerta, y la mierda. Yo los llamaré —comienza a caminar fuera de la habitación, Danger presiona sus labios, haciéndolo retener su risa también—. ¡Ya voy, maldición, ya voy! ¡Apaguen la jodida alarma, ya fui, ya fui!

stealers game › frerardTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang