XIX

245 34 34
                                    

         

                —¿Tienes algún sueño?

Frank hace un sonido con la garganta.

— ¿Abrir una tienda de tatuajes? —Danger asiente— Abrir una tienda de tatuajes. ¿Tú?

—Ah... ¿Escribir?

— ¿Escribir? —ríe él, ella sonríe.

—Sí. Español. Traducir... no viene conmigo.

—Puedes aprender a hablar mejor el inglés —aconseja. Danger arruga la nariz—. O quizás no.

Ella se ríe, levantando la cabeza de sus piernas para sentarse frente a él. Acomoda su traje y ve al resto preparar el equipo al borde del edificio en la azotea.

— ¿Tienes miedo? —le pregunta ella. Frank ladea la cabeza.

— ¿Por qué siempre que tenemos conversaciones en la azotea se tornan a este tipo de conversaciones nostálgicas de película?

—Uno: gracias por hablar lento. Dos: haré todo de manera nostálgica mientras pueda. Y tres: intento hacernos olvidar que seguimos encerrados, miserables, y... a punto de saltar de un maldito edificio.

—Lenguaje —alarga él arqueando las cejas. Danger bufa.

—Rafael está abajo, por favor, compórtate como Frank y déjame ser.

Frank ríe echando su cabeza hacia atrás, entonces suspira.

— ¿Miedo en general o miedo en particular?

—Ambos.

—Estoy cagado.

—Lenguaje —alarga ella arqueando las cejas. El tatuado le apunta amenazante, haciéndola carcajear—. Todos tenemos miedo, Frankie. Vamos a morir.

— ¿Morir? —el avellana frunce el ceño— ¿Dónde quedó tu positivismo?

—Escucha, no le temo a las alturas, de hecho, me gustan. Pero alguno morirá al bajar. Puedes ser tú, puedo ser yo, Ray, Gerard. Quien sea. Y nos vamos a despedir antes de saltar. Determinado. Nos están engañando, Frank. Juegan con nosotros. Les divierte. Primero viene la calma, entonces la tormenta. Todo esto de las ventajas... Como para distraernos... ¡Incluso nos dieron una piscina! —jadea— El positivismo se fue. Todo se reduce a... muerte.

El tatuado hace una mueca de disgusto.

No le gusta que Danger utilice la palabra "muerte". No le gusta que ninguno utilice la palabra "muerte". Siquiera podrían disfrazarla y decirle "palabra con M". Pero entonces él sabría que están hablando de "muerte" y sería la misma idiotez.

—No todo tiene que ser bendita muerte, Danger.

— ¿Esperas algo más por parte de nosotros? —ladea— Se llama: aceptar la realidad, Frankie.

—No quiero aceptarla, entonces —se murmura viendo al resto.

La misión fue dada con un par de días de anticipación, ¿motivo? Prepararse, quizás, porque saltarían del jodido edificio a quién sabe dónde. Habría algo abajo que ninguno tiene la menor idea de qué sea, y deberán combatirlo. Pero no es tanto eso, la advertencia fue que, si no tenían cuidado preparándose, pueden incluso morir mientras estén cayendo. ¿Tiene sentido? No. ¿Es demasiado patético? Sí. ¿Qué mierda tiene eso que ver con robar? Es para eso que están ahí, ¿no? Robar a cambio de números para abrir una jodida puerta cuyos códigos él debe deducir porque es él es el de los números, él es el que hace el verdadero trabajo intentando sacarlos y el resto es sólo su ayuda. Quedaría con ese pensamiento para sí mismo, por supuesto. Y Danger. Y probablemente Ray también, pero a él no le interesa. En cambio a Danger le hace reír.

stealers game › frerardWhere stories live. Discover now