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Los recuerdos de la línea de tiempo anteriores poco a poco fueron menguando al paso de los días y comenzaron a convertirse en sueños vívidos. Aunque Draco seguía sintiéndose confundido, era mucho menos molesto que tener aquellas visiones de cómo debían ser las cosas a mitad de una clase o mientras intentaba estudiar para sus exámenes.

Por supuesto que habían diferencias, con el tiempo anterior y aquel que estaban viviendo, pero cada día que pasaba, Draco intentaba convencerse más de que el daño ya estaba hecho y que debía seguir adelante. Ese "seguir adelante" no contemplaba olvidar sus miedos y enfrentarse a Harry quién había mantenido su distancia después de la segunda prueba. Lo hacía por dos cosas, la primera era la reacción de Potter cuando se enterara de que había alterado el tiempo y que las cosas no sucedían originalmente de la manera en que lo estaban viviendo y la segunda era porque pensaba que entre menos alterara la línea de tiempo original era mejor, es decir, no tener nada que ver con Potter. Si bien no podía odiarlo (porque lo amaba, realmente lo amaba) lo menos que podía hacer era no dejar que aquella relación tomara un camino que desde el principio no había tomado.

Pero aquello era mucho más difícil que cualquier otra cosa, porque la distancia no hacía más que hacer crecer en Draco aquel sentimiento de amor puro que no se opacaba ni por los recuerdos de las peleas con Potter en la otra línea de tiempo y cuando lo veía, aunque fuese únicamente por los pasillos o durante clases no hacía otra cosa más que pensar en el único beso que habían compartido y en lo maravilloso que había sido.

Pese a todo, Malfoy había intentado llevar una vida tranquila y lo más normal posible. Comenzó a hablar con sus amigos de nuevo, volvió a ir a Hogsmeade con ellos e incluso comenzó a salir de vez en cuando con Astoria Greengrass quién desde bastante tiempo antes estaba interesada en él.

Por supuesto que nada de eso lo ayudó a dejar de pensar en Harry, pero al menos le hacían más fácil aquel año que presagiaba terminar de manera tormentosa, al menos para él.

Por otro lado los rumores del trío amoroso entre Chang, Diggory y Potter se intensificaron, pero nadie parecía tener la versión oficial de los hechos y aunque Draco estaba seguro de que Pansy sabría algo por Granger, no se animaba a preguntar. Sabía que si lo hacía terminaría seriamente lastimado y pese a todo, Harry estaba en su derecho de salir con quién quisiera.

El rumor de los romances de Potter se vio opacado por un escándalo protagonizado por el mismísimo chico dorado durante una de sus clases de adivinación con Trelawney cuando de un momento a otro se quedó dormido y empezó a gritar, como si alguien le hubiera aplicado la cruciatus. Por supuesto que Harry no había hablado de aquello, pero la noticia había corrido por todo el castillo en menos de una hora y Draco pudo adivinar que seguramente se trataba de otro de los sueños que Harry había tenido durante el verano, aquellos que implicaban a Voldemort.

Fue cuando la tercera prueba del torneo estaba por llegar que Draco tuvo un sueño, el cual le decía que aquel día definitivamente había sido diferente al que había vivido en realidad. En aquel tiempo que había cambiado, Draco había recibido una carta de su padre con "buenas nuevas" en ella le informaba que las "reuniones con los socios" habían salido tal y como se habían planeado y que el nuevo orden estaba más cerca que nunca. Lucius también había mencionado que pronto su familia se posicionaría definitivamente como la más poderosa del país y que esperaba que su hijo estuviera orgulloso por haber logrado aquello y que solo debía esperar hasta el final del torneo, que apenas Potter ganara y tocara el trofeo, sus vidas iban a cambiar para mejor, mucho mejor.

Aquella carta prometía un futuro brillante, más oro del que ya tenían y poder, mucho poder.

Por supuesto que aquel Draco había estado muy contento y muy orgulloso de sus padres, que, aunque no le contaban del todo lo que iba a pasar, podía darse una idea de lo que sucedía, pues a él no le ocultaban su estatus como mortífagos.

Draco Malfoy y el príncipe de GryffindorWhere stories live. Discover now