Draco Malfoy y el príncipe de Gryffindor

52.

Draco se encontraba en su habitación apenas recuperándose de la siete cruciatus que minutos atrás acaba de recibir de parte de su propio padre y bajo las ordenes de Voldemort. No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado desde que había regresado a la mansión o desde que su padre había sido liberado de Azkaban, podían haber pasado días, semanas o meses enteros y él jamás se hubiese enterado por que no tenía manera de saberlo.

Al contrario que todos en la mansión, Draco no podía abandonar Malfoy Manor, algunos mortífagos le habían comentado al Lord el extraño comportamiento de Harry Potter cuando se había enterado que llevarían a Draco y aunque tanto Severus como el rubio habían inventado una muy creíble excusa, Voldemort comenzaba a sospechar que Draco Malfoy estaba jugando también para el bando enemigo.

Como el lord no tenía nada concreto y al fin y al cabo Draco había completado su misión de matar a Dumbledore (y estaba muy contento por ello) no lo había mandado matar, simplemente se limitada a mantener al chico a su lado, usándolo para descargar su furia cuando las cosas no salían como quería o para castigar a sus padres cuando fallaban en alguna misión.

Draco Malfoy se había convertido en el saco de box de los mortífagos y en ocasiones en la muñeca sexual de algunos, papel que había cumplido Narcissa hasta que él se había enterado y en castigo, el Lord le encomendó aquella nueva tarea, por supuesto que era desagradable, doloroso y repugnante, pero el rubio siempre prefería pasar por aquel dolor en vez de su madre y ya que Lucius no tenía los testículos suficientes para intervenir, Draco había tenido que tomar el papel del hombre de la familia, aquel que defendería a Narcissa hasta la muerte.

Por aquello de estar encerrado todo el tiempo, Draco había dejado de servir como espía para la orden, aunque a veces, cuando Severus no se encontraba en el cuartel y él lograba enterarse de algo, pasaba aquella información a su padrino y éste la filtraba de la mejor manera a la orden del fénix.

Se sentía un inútil, sentía que todo su trabajo se había echado a perder, había mantenido la máscara hasta el final, aún frente a Voldemort, había matado al viejo, había torturado muggles y sangres sucias, y aun así había terminado condenado al encierro y al maltrato, había hecho todo por darle a su madre una segunda oportunidad y ella estaba tan jodida como él.

Draco tal vez hubiera perdido la cordura como su padre si Snape no hubiera estado ahí para él, aconsejándolo y repitiéndole que todo acabaría rápido, que si seguía esforzándose como hasta ese momento el Lord lo dejaría salir y entonces podía ayudar de nuevo a la orden.

Severus había sido tomado como un traidor, Harry se había encargado de aquello, el pelinegro había alegado que Snape estaba dispuesto a matar a Dumbledore sin escrúpulos y que se había llevado a Draco para obligarlo a servir de lleno a Voldemort, por supuesto que Potter lo había hecho sonar tan convincente que toda la orden le creyó sin cuestionar nada más, aquello había facilitado un poco las cosas para Snape, ahora simplemente tenía que seguir fingiendo que servía al lord y cumplir con el encargo que Dumbledore le había hecho antes de morir, cuidar de todos los chicos y chicas de Hogwarts, tomar la dirección aprovechándose de la confianza de Voldemort y hacer de la guerra que vendría pronto algo llevadero.

Draco no culpaba a Harry, Snape había lucido muy convincente la noche en la torre y lo siguió pareciendo antes de dejar Hogwarts, Potter estaba realmente convencido de que Severus siempre había estado de lado de Voldemort y no era de menos, desde que conocía a Harry este siempre había tenido una mala impresión sobre su padrino, decía que era malvado y demasiado misteriosos para su gusto y Draco siempre le decía que no debía dejarse engañar por las apariencias, pero ahora nada de eso servía, era conveniente que todos siguieran creyendo que Snape era de los malos.

Draco había escuchado por Snape que Harry Potter estaba prófugo, que no había regresado a Hogwarts, ni él, ni Granger o Weasley, que Weasley se encontraba en su casa con un caso grave de Spattergroit, o al menos eso habían alegado sus padres y Granger al igual que él muchos sangre sucia se había dado a la fuga.

Malfoy no dudaba, que de hecho, los tres estuvieran juntos, buscando una manera de acabar con Tom Riddle, y conociéndolos, lo lograrían, así como habían logrado encontrar la piedra filosofal o la cámara de los secretos, así como habían descubierto que Sirius Black no era el asesino de los Potter o de la misma manera que habían logrado colarse en el ministerio en quinto año, por que aquellos tres estaban hechos para trabajar codo a codo y lograr sus objetivos.

Antiguamente Draco había odiado aquello, le hacía sentir excluido y miserable, le hacía sentir celoso, pero justo en ese momento solo podía rogar a los dioses que les diera a esos tres las herramientas suficientes para que acabaran con todo aquello.

A veces, Draco soñaba que Harry entraba a la mansión y lo sacaba de aquella pesadilla, soñaba que iban a por su madre que dormía en la habitación de al lado y que la llevaban con ellos, soñaba que peleaba a su lado, que le ayudaba a vencer al señor tenebroso y que al final todo tenía un final feliz. Aquellos sueños generalmente eran destrozados por su cruel realidad, cuando alguno de los mortífagos abusaba de él, cuando su propio padre le lanzaba una cruciatus o cuando era sometido por el Lord a maldiciones que le derretían la piel.

Y pronto Draco dejó de soñar con un futuro mejor, pronto dejó de tener esperanza, pronto dejó que la oscuridad de su corazón le nublara el pensamiento ¿Había futuro para Draco Malfoy? Él siempre se respondía que no, que su apellido no sería bien recibido entre los buenos, no después de todo lo que sus padres (Lucius más específicamente) habían hecho y definitivamente no estarían bien posicionados dentro del régimen de Voldemort, para él, los Malfoy ya habían perdido todo el valor que alguna vez habían representado.

Estaba perdido, total y completamente perdido y aun así Draco se levantaba todas las mañanas y volvía a soportar las mismas torturas, los mismos castigos y los mismos reclamos, Draco se levantaba todos los días con aquellas palabras que Dumbledore le había regalado antes de matarlo con sus propias manos "Cuida a Harry, no tengas miedo".

¿Horas? ¿Semanas? ¿Meses? El tiempo no significaba nada en Malfoy Manor, el único tiempo que le importaba a Draco era el aún; aún estoy con vida, aún puedo sentir, aún puedo llorar, aún puedo gritar, aún puedo pelear, aún puedo sentir miedo, aún puedo sentirme culpable, aún soy humano.

Con aquel pensamiento, entre las sombras y la luz, Draco cumplía con todas las tareas que le eran encargadas, incluso tomando las tareas asignadas a su madre, no le importaba seguir manchándose por las personas que amaba, su alma había terminado manchada de negro y no había un punto de retorno para alguien así, simplemente aceptaba su destino, esperando cauteloso como una serpiente el momento para saltar al cuello de su enemigo y morder, e impregnar todo el veneno que había acumulado.

Si Draco Malfoy iba a hundirse en la miseria y en la oscuridad, se llevaría con él a los causantes de su desdicha, se llevaría con él a su necio padre y a su amo, Lord Voldemort.

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¡Hola! Gracias por leer, espero que hayas disfrutado esta pequeña introducción a las reliquias de la muerte, como podrán recordar, durante éste libro se saben muy pocas cosas de los Malfoy, hasta casi el desenlace  del libro. Si recuerdan bien, nuestra historia empezaba al final de las reliquias y  dado que vamos a llegar muy rápido a ese punto quiere decir que nuestra historia está por terminar ¿No están emocionadas? Yo si. 

Espero que sigan apoyando mucho la historia, y que sigan disfrutándola tanto como hasta el momento, me encanta verlas llorar y reír. Gracias siempre por comentar y votar por que así me motivan, en serio gracias. 

También les quería decir que terminando este fic comenzaré con uno nuevo, Drarry/Harco también que espero que apoyen tanto como éste, la temática va a ser diferente pero estoy segura que les va a gustar, esperen más noticias sobre él y no olviden seguirme  para recibir notificaciones sobre mi nueva historia. 

Un fuerte abrazo y gracias por no haberme lanzado un avada cada que las hice sufrir. <3