Capítulo 46 - La Spadille

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Al día siguiente se dedicaron a recorrer el bosque con cautela por toda la mañana. Miraron tras cada árbol, tras cada arbusto y planta sobre-crecida por el agua contaminada de los pequeños riachuelos pero no encontraron un alma.

Tampoco encontraron lobo alguno, por suerte, así que no tuvieron problemas. Los dos nuevos parecían recluidos a sus pensamientos, como si tuvieran la esperanza de encontrar a alguien pero al mismo tiempo deseando que todos hubieran escapado a salvo.

Eso fue hasta un poco más de medio día, antes de que Peter chillara mientras saltaba un arbusto tras el estadounidense.

—¡Ahh! ¡Ahhhh! ¡Pisé algo, pisé algo!

Haciendo que todos se giraran alarmados a verle, el niño con las manos en alto y expresión alterada se desequilibró sobre sus pies y cayó a la hojarasca. Apoyó sus manos en un buen reflejo, e inmediatamente después saltó hacia la (nacionalidad) delante del rubio de lentes para aferrarse a su capa.

—¡(T/N)...! —lloriqueó, asustado de lo que fuera que le había hecho tropezar.
—¿Qué pasó...? —preguntó confundido el inglés, caminando de detrás de un árbol para acercarse a la conmoción, seguido del canadiense y el albino.

(T/N) acarició la espalda del pequeño con cuidado, tan confundida como los demás, mirando hacia el lugar del cual se había desbalanceado el niño.
Podía ver una tela cubriendo un bulto, y tragó saliva al imaginarse el peor escenario.

Kiku se acuclilló al lado del manto abultado parcialmente escondido por el arbusto y lo tomó de una esquina. Miró hacia la (nacionalidad) hasta que ella asintió, como si le hubiera pedido permiso para descubrir el objeto.
Levantó lentamente y con cuidado la gruesa tela azulada, soltando un pequeño "¡Ah!" de sorpresa antes de soltar la fábrica asustado y apoyar una mano hacia atrás para no caerse del asombro.

A la expectativa de todos los presentes, el japonés se repuso tras hacer una pequeña reverencia de respeto al bulto y lo destapó completamente.
Era un cadáver.

Era un joven de unos veintisiete años, de cabellos castaños despeinados y piel pálida como la muerte. Estaba echado sobre un charco de sangre seca, y en su espalda había...
Nada.

(T/N) cubrió los ojos del niño inmediatamente, sintiendo como se aferraba a su capa y temblaba. El grupo entero retrocedió colectivamente, y pudo oír los sonidos de sorpresa de Yekaterina, Francis y Matthew; así como una sorpresa aún mayor proveniente del rumano y el noruego.

—¡¡Alden!! —exclamaron los dos al unísono, cada uno en su tono de desesperación.

Lukas cayó sobre sus rodillas, con la mirada fija en el cuerpo y ojos abiertos como platos, mientras Vladimir se tambaleó y se cubrió la boca con ambas manos como si fuera a vomitar de la impresión.

El cadáver del joven al que habían llamado Alden debía llevar ahí un tiempo relativamente corto, pero no tan reciente, indicando que muy probablemente había sido asesinado por los lobos durante la noche en la que Killa se dispersó.

Estaba echado tal y como debía haber caído, con una profunda herida en la espalda que debía haber sido la causa de su muerte. Profunda herida es decir poco, ya que de su espalda poco quedaba y las vértebras visibles de la columna estaban arañadas y carcomidas, el resto de la carne dispersada a un lado.
Había moscas revoloteando alrededor, y un constante hedor a podredumbre y muerte flotando en el aire ahora que le habían destapado.

Nei... —murmuró el noruego, aún incapaz de creérselo.
—Tienen que haber sido los lobos. —masculló el inglés cruzado de brazos. La (nacionalidad) se giró a verle, y descubrió que parecía el menos afectado con la situación.— Deben habérselo comido parcialmente antes de que...
—¡¿Antes de qué?! —chilló de pronto el rumano, girándose de improviso y tragando para calmarse.— ¿Por qué diablos comenzarían a comérselo y no terminarían...?
—Puede que algo... algo debe haber jalado su atención. —habló desde un lado Elizabeta, negándose a mirar el cadáver.— Estaban en una cacería de furia, después de todo, debían haber querido desquitarse con lo que sea y... bueno, cualquier nuevo movimiento jalaría su atención.

Agua, por favor [Hetalia]Where stories live. Discover now