Capítulo 48 - Persecución

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(T/N) se despertó sintiendo un peso sobre sus piernas, pecho y hombro. También le tomó un momento asimilar qué estaba pasando, pues esperaba ver la luz del día y a Kiku, Matthew y Francis aún jugando lo que sea que hubieran estado jugando en la mesa.
Pero estaba oscuro, y el vehículo parecía haberse detenido.

Observó la nada por unos instantes antes de entrar en sus cinco sentidos. Parpadeó para aclarar su vista y se percató de que debía estar apoyada en el hombro de alguien, pues sentía su cabeza inclinada a la izquierda y algo ni tan duro ni tan suave como almohada. Ahora mismo no recordaba en qué orden habían estado sentados, y tratando de mirar a las ropas de la persona sin mover su cabeza por miedo a despertarle se percató de que alguien los había cubierto con una gran manta. Sí podía sentir un ligero aroma a libros antiguos, sin embargo, pero no sabía quién olía así.

Miró hacia abajo y descubrió a Peter aún dormido sobre ella, también cubierto por la manta. Podía sentir una cabeza apoyada sobre su hombro, pero no llegaba a ver quién era.
Olía a rosas, pero tampoco le daba muchas pistas. El único olor que recordaba era el de Ivan (tras haberlo abrazado un par de veces) y el de Peter, y rosas no eran.

Escuchaba las respiraciones dormidas de cuatro personas cerca de ella: tres debían ser de las dos a sus lados y Peter, y la otra debía ser de alguien sentado al otro lado del sillón.

No sabía dónde se habían detenido, pero suponía que los de la camioneta habrían discutido el tema en cuanto cayó la noche.

Escaneando el interior del camper con la mirada sin mover su cabeza identificó a Kiku sentado frente a ellos en el piso, envuelto en una manta como un capullo y apoyado contra la cómoda de la cocina, sosteniendo su espada de madera sobre su hombro entre sus brazos.
Parecía una especie de guardián solitario.

(T/N) había asumido con los días que Kiku era el de sueño más ligero de todo el grupo, seguido de cerca de Yekaterina. También se había percatado que no le tomaba ni un minuto volverse a dormir si así lo quería.
Así que, con mucho cuidado, hizo sonar su pie contra el piso como pequeños golpecitos para llamar su atención.

Lo más ridículo fue que de verdad funcionó.
El japonés levantó su cabeza apenas y abrió sus ojos, somnoliento por una fracción de segundo antes de entrar en sus cinco sentidos más rápido de lo que (T/N) consideraba posible. La miró con curiosidad y tranquilamente, esperando que dijera algo, como si le preguntara: "¿Para qué me has llamado?"

No queriendo hablar por miedo de despertar a alguien más, (T/N) movió sus ojos indicando la manta sobre ella. Quería saber quién los había cubierto, pues parecía que habían caído dormidos todos antes de que los de la camioneta decidieran detener el vehículo –de lo contrario, seguramente les habrían despertado sin remordimientos para organizarse en sus lugares.

Kiku pareció entender sus señas y, sacando uno de sus brazos de entre la manta, se indicó a si mismo con su pulgar.
Así que había sido él, huh.

La (nacionalidad) abrió sus ojos a penas más por la ligera sorpresa, no por enterarse de que había sido él, sino porque de verdad había comprendido sus señas con sus ojos. Decidiendo que no perdía nada en intentar preguntar algo más, miró a su alrededor y luego regresó su atención al japonés, expectante. Quería saber en dónde estaban. Era obvio que se encontraban dentro del camper, por lo que ella suponía que Kiku también sabría que era obvio y entendería que preguntaba en qué lugar estaban, en dónde se habían estacionado para pasar la noche.

Kiku pensó por unos instantes antes de sostener su espada de madera del extremo más cercano y acercarla a la mesa frente a él. Jaló con cuidado el tablero de papel improvisado que habían usado para jugar y lo dejó caer tranquilamente y sin sonido frente a él. Regresó la espada a su lugar y le dio la vuelta al papel, sacando un plumón negro de su riñonera y tomándolo en su mano derecha para escribir su respuesta.
A los segundos levantó la hoja y se la mostró. Había escrito: "Estacionamiento de un banco".

Agua, por favor [Hetalia]Where stories live. Discover now