Capítulo 47

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Multimedia: Zara Larsson- One mississippis

—¿Necesita algo? —inquirió Andy (el portero)

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—¿Necesita algo? —inquirió Andy (el portero)

Negué con la cabeza.

No tuve que darme la vuelta para ver su reacción o saber si decía algo, nunca decía más de lo necesario y tampoco esperaba alguna clase de ayuda de su parte, me quedé quieta en el lugar hasta que escuché la puerta siendo cerrada con seguro.

Dejé salir un suspiro tembloroso y froté mi rostro con las palmas de mis manos, otra vez estaba en medio del silencio del lugar, otra vez estaba sola. La madre de Derek se había ofrecido a traerme pero no acepté la oferta, no sabía si ella conocía el edificio y por lo que había notado, tampoco sabía nada de mi salida de casa, porque me pidió enviarle saludos a mis padres.

Estuve acomodando el apartamento durante el resto de la tarde, intentando ocupar mi cabeza en algo o iba a terminar en un manicomio, aunque eso no era lo peor que me podía pasar, ya que no tenía mi libertad.

La encontró en la bañera del apartamento de su novio con las venas cortadas.

Las palabras de Ellen llegaron a mis oídos y mi cuerpo se tensó, dejé el trapo con el cual estaba limpiando la mesa que estaba cerca de la entrada del apartamento, y mis ojos se movieron de manera instantánea hacía el pasillo. El lugar constaba de dos baños, el que estaba en el cuarto principal, y el del pasillo. Sin darme cuenta ya estaba dentro del baño que se encontraba en el pasillo, aunque no había una bañera, salí de allí y me adentré en el cuarto principal, mis pasos eran cautelosos, como si tuviera miedo de que alguien me descubriera.

Tomé entre mis manos la perrilla de la puerta del cuarto de baño y la abrí, encendí la luz y me adentré en el, mi corazón latía desenfrenado, mi respiración estaba agitada, sin olvidar que mis manos y piernas temblaban como si fueran de gelatina. Me quedé mirando la bañera sin moverme de la puerta, mi cabeza imaginaba como había sido, pero también se cuestionaba.

¿Por qué lo hizo?

Ya no estaba segura de la historia de Arthur, ya no le creía pero; si Emily no se había suicidado por Derek, entonces... ¿por qué? Caminé hasta la bañera y me senté en el suelo, atraje mis piernas hasta mi pecho y las rodeé con mis brazos, apoyando la cabeza en mis rodillas y observando la cerámica blanca.

Toda la comunicación que había entre nosotros desapareció, nadie sabía dónde vivía, si comía o no lo hacía, no sabíamos nada.

Los hilos poco a poco se iban uniendo, lo que me ocurría en mi vida era parecido a la historia de Emily. La comunicación con mis padres era buena, pero Arthur apareció y todo se fue al demonio, ella se había ido de casa y yo lo había hecho, ella había perdido su felicidad y yo estaba perdiendo la mía. Como si tuviera un resorte en mis piernas me levanté de un brinco, mi corazón martillaba dentro de mi pecho rápido, mi respiración estaba agitada y un nudo se había creado en mi garganta.

El recuerdo de un amor ©Where stories live. Discover now