Extra #1

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Multimedia: Demons- Jacob Lee

Para Layla.

No sé porque mierda estoy intentando esto si soy un asco con las palabras, creía que se me daba mejor las acciones para demostrar cómo me sentía y que era lo que quería, pero últimamente me he dado cuenta que no lo soy. Pienso algo y hago una cosa completamente diferente. Por eso estoy intentando hacer esta mierda de las palabras.

Dulce Layla, me arrepiento de muchas cosas en mi vida, los dedos de mis manos no me serían suficientes para contarlas todas y tardaría mucho tiempo en decirlas. Quiero que sepas, que entre una de esas cosas está haberte destruido de mil maneras diferentes.

Eras esa luz al final de camino que anhelaba que fuera solo para mí, y con toda mi oscuridad termine apagándote.

Cuando te descubrí observándonos a Paige y a mí en el centro comercial, deseé saber que pasaba por tu pequeña cabeza. Estabas allí, a unas cuantas mesas de distancia, luciendo inocente e inexperta en la vida. Llamaste mi atención. Luego me fui con Paige y Marcus, dejándote atrás, pero no olvidaba tu mirada.

Cuando te vi en casa de Marcus creí que la vida me estaba dando una señal, que eras esa cosa buena que necesitaba en toda mi mierda, vi en ti esperanza, salvación.

Me diste esperanza.

La esperanza de comenzar de nuevo, de hacerlo bien esta vez. Mientras buscábamos a tu amiga, más me interesaba por ti, más quería saber, más anhelaba. Y luego apareció Derek, una voz en mi cabeza susurró que debía alejarme y no acercarme a ti, que debía irme, que eso era lo mejor para ti; pero ya ves, envíe todo a la mierda.

Porque creí que era el destino colocandote en mi camino, que podía hacer todo bien, que podía redimirme por lo que le hice a Emily.

No sabes cuánto he luchado conmigo mismo, no sabes cuántas veces quise alejarme para no hacerte daño, te di la oportunidad de irte, te la di varias veces y seguías ahí, y cuando quisiste irte, fui demasiado egoísta para aceptarlo, fui demasiado egoísta como para aceptar que estuvieras lejos de mi lado.

Verte fingir que no ha pasado nada es una mierda, me quema y lastima. La felicidad que finges no llega a tus ojos, las risas suenan vacías, huecas, te quedas viendo a la nada y luces apagada y a veces creo ver que, si eres feliz, pero es momentáneo, efímero.

Quieres estar con tu familia, quieres hacer tu vida, lo veo en tus ojos. Anhelas estar con ellos, pero sigues aquí, sigues aquí creyendo que tengo salvación. Ya no tengo esa mierda, cariño, la perdí hace tiempo.

Cuando dormías me tomé el tiempo de detallar tu rostro, lucías pacífica y serena. Recorrí cada facción de tu rostro con mi dedo, desde tu nariz hasta tus labios, acaricié tus largas pestañas, admiré lo hermosa que eres. Y después vi tú cabello.

Y recordé a Emily.

A ella la hice añicos, la hice polvo, intenté cambiar al final, ya estaba cansado de toda esa mierda. Por ello busqué de nuevo ayuda, quería controlar mi enfermedad, ser una mejor persona para ella y a los días ella se suicidó. Eso me rompió, ella había decidido terminar con su vida, había decidido escapar de todo y, aunque Marcus dijo que fue porque Derek la amenazó con decirle a sus padres que ellos se acostaban, una parte de mí sabe que es mi culpa.

Lo acepto, Layla. También soy culpable de la muerte de Emily.

Su muerte me destrozó, saber que ella no dejó siquiera una carta, no dejó algo para despedirse o decir el por qué; solo se quitó la vida y se llevó consigo una parte de la mía. Es por ello que me fui a vivir con Benjamín. Ya no aguantaba vivir en el apartamento, podía verla desayunando, podía escucharla cantando, podía escuchar su risa, oler el aroma a rosas que emanaba su cuerpo; me estaba volviendo loco.

Y después de un año volví y terminé conociéndote.

Te amo, no dudes de ello. Te amo de una manera que no puedo explicar, de una manera que hace que retenga el aire dentro de mis pulmones al verte, que hace que piense y actué como un idiota enamorado. Contigo las cosas fueron con calma y después, en un abrir y cerrar de ojos íbamos a toda velocidad, es por eso que terminamos chocándonos contra un muro. Terminamos destrozándonos, yo terminé destrozándote.

Y sé que mis acciones demuestran todo lo contrario a lo que estoy escribiendo, no puedo darte una explicación, no puedo decirte porque algunas veces hago lo que hago, no lo sé, porque no tengo idea de qué es lo que estoy haciendo con mi vida, no tengo idea de quién soy.

No te voy a retener, no voy a seguir amarrado tus alas, quiero que seas libre, que seas feliz, y tú felicidad no está a mi lado, no lo está hoy, mañana, ni nunca.

No importa sí lo intentamos mil veces, sí nos alejamos de todo y todos, el pasado siempre vuelve, siempre lo hace. No quiero seguir siendo el hijo de puta que te hace infeliz, quiero ser el hijo de puta que te ama lo suficiente como para dejarte ir, aunque eso signifique morir de dolor.

Ya no me amas, no lo haces como antes, en tus ojos solo hay dolor al verme, desesperación. Lo he arruinado otra vez, soy destrucción y caos, todo lo bueno que entra en mi vida lo destruyo con el tiempo. He hecho lo mismo contigo.

Te estás acercando, tus ojos cafés se ven hermosos ante la luz del sol, parecen fuego, tus labios se ven dulces como la miel y sé que lo son, porque ya los he probado. Te acabas de sentar junto a mí, no intentas ver que escribo y eso llama mi curiosidad. Estas observando el horizonte, pérdida en sus pensamientos, te observé por unos segundos y me di cuenta que en la muñeca derecha tienes la pulsera que Derek te regaló, nunca te la quitas y te he visto jugar de manera inconsciente con ella.

Hasta el bastardo de Wilkes es mejor que yo, él sí podría amarte sin miedo, podrías hacerte feliz y sacarte sonrisa en vez de lágrimas. Lo siento, cariño. No soy bueno para ti, soy tóxico. Poco a poco te enveneno, poco a poco te hiero.

Por eso te dejaré ir, quiero que vueles libre, que seas feliz, que te amén como mereces ser amada, porque tú, mereces lo mejor. No una porquería como yo.

Te amo, Layla Duval y te amaré hasta el último día de mi vida.

Arthur.



El recuerdo de un amor ©Where stories live. Discover now