Capítulo 7
"Succesful Scape"
La chica soltó un bostezo e inmediatamente volvió a cerrar sus ojos los cuales aún estaban un poco pesados, su mente conciente llegó a la conclusión de que todo había sido un mal y bizarro sueño pero al abrir sus ojos para confirmarlo su decepción fue notoria.
Soltó un suspiro.
Miró a su alrededor, estaba completamente sola, se levantó de la cama y se acercó a la ventana retirando con su mano las finas cortinas de seda, permitiéndole a unos cuantos rayos de luz colarse en la habitación. Todo era silencio, incluso llegó a pensar que no había nadie.
Lentamente caminó hacia la puerta y con la mayor precaución colocó su mano en el frío picaporte y lo giró, asomó su cabeza por el marco de la puerta confirmando que, en efecto no había nadie más o al menos en ese piso.
Contuvo la respiración para asegurarse de que no hubiera ningún ruido a su alrededor, finalmemte decidió dar el primer paso y después de eso sus piernas se movían a mayor velocidad hasta llegar a los escalones, con una rapidez ágil bajó todos los escalones siempre con el impulso de mirar hacia atrás por si la veían.
Esta vez abrió la puerta principal y mientras miraba hacia atrás no se percató de la persona parada frente a ella por lo cual se estampó en su pecho.
-¿Te dirigias a alguna parte, amor?-al escuchar esa voz, Ameliia se separó inmediatamente de él, el miedo hacia aquel hombre persistía y sus ojos lo reflejaban-Te hice una pregunta.
Habló con voz firme e imponente, causando un escalofrío en su columna.
-Suelteme-ordenó mirando como el híbrido aprisionaba su muñeca en su firme mano. El hombre hizo caso omiso a las palabras de Ameliia y la acercó aún más a él, sintió su respiración agitada golpear en su rostro, a Niklaus le gustaba saber que él era quien estaba en el poder y esta vez no era la excepción.
-Sólo...-comenzó y calló cuando su voz se volvió entrecortada-Dejeme ir...sabe que no le contaré a nadie.
Niklaus seguía sin ceder, clavando sus ojos en la chica.
-Por favor-suplicó, aquellas eran las palabras que Klaus ansiaba escuchar. Soltó el agarre pero no se quitó de su camino.
-Es un riesgo que no puedo tomar, amor-Ameliia quizo rodar los ojos ante esa palabra pero se contuvo.
-Deje de llamarme así-respló mostrando sus dientes-además puede usar sus poderes o lo que sean para asegurarse de que no hable.
El hombre la miró con los ojos entrecerrados y después asintió para esta vez tomarla del mentón para asegurarse que lo viera a los ojos.
-No le contarás a nadie todo lo que te contamos-ella asintió y repitió.
Finalmente el Original se hizo a un lado dejando pasar a la chica quien comenzó a caminar, esta vez sin mirar atrás, al salir del límite de la enorme mansión se dio cuenta que se encontraba en el Barrio Francés, no solía frecuentar mucho ese lugar pero recordaba que su madre la llevaba una que otra vez a los eventos y festivales.
Solo estaba a unos minutos del bar. Estaba completamente desorientada en cuanto a la hora, sentía que había pasado una eternidad en la casa de los Mikaelson y a la vez como si solo fuera un vago recuerdo.
Se acercó a un gran poste de fierro que tenía un enorme reloj y miró la hora:
10:34
"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que fui atacada?" pensó e instintivamente llevo una mano a su cuello. Calculó que al menos había pasado un día.
