Capítulo 14

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Capítulo 14

"Quiet Sleep"

-¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?- preguntó Elijah un poco sorprendido.

-De alguna manera confio más en ti que en Niklaus- le respondió con una mirada seria pero con completa sinceridad.

-¿No estás agotada?-Elijah no quería parecer entrometido, a pesar de que estaba demasiado tentado a aceptar la invitación de Ameliia.

-No- mintió en respuesta, Elijah le agradaba, sentía que podía confiar en él-Ademas, el camino me ayudó a relajarme.

-Entonces creo que me gustaría aceptar tu invitación- ella sonrió agradecida al pensar por unos segundos que Elijah se negaría. Ameliia se hizo a un lado, permitiéndole al vampiro pasar. Ella le hizo un gesto con la mano para indicarle que podía sentarse en el comedor, Elijah asintió y con una caminata elegante llegó hasta una silla y se sentó, ella fue por un vaso, lo llenó con agua y rápidamente se lo bebió .

-¿Quieres algo de tomar?- preguntó con algo de inseguridad al desconocer por completo los hábitos de consumo de los vampiros.

Elijah reprimió una pequeña risa por la inocencia de la chica.

-No sólo tomamos sangre. Claro, con eso es suficiente, pero podemos alimentarnos de otras cosas- explicó y la chica asintió dando a entender que había comprendido- pero, no gracias, estoy bien.

-Claro- susurró Ameliia y se sentó en la silla de al lado, no tenía idea de como empezar a contarle aquello que tenía en mente. Miraba a todos lados sin mover la cabeza, empezó a tamborilear sus dedos en la mesa de madera.

-¿Pasa algo?-preguntó Elijah al notar la actitud de la chica.

-No... digo si- se calló antes de decir una tontería, pensó bien sus palabras y continuó-Elijah en este poco tiempo he visto que eres una persona de confianza y...-el Original no sabía a donde quería llegar con eso, se encontraba un poco confundido- tú me has contado muchas cosas sobre ti y tu familia...

-¿Qué pretendes decir?- se estaba empezando a cansar de tanto rodeo.

-Hay algo raro conmigo, me refiero a...-soltó un suspiro- Últimamente he tenido unos sueños muy peculiares y parecen tan reales, como si formaran parte de mis recuerdos.

-¿Qué ocurre en tus sueños?-preguntó Elijah, interesado.

-Como lo mencioné, se sienten como recuerdos, como si lo hubiera vivido pero hay detalles que llaman más mi atención, mi vestimenta es vieja incluso me atrevería a decir que de un par de siglos atrás y lo más increíble es que siempre me llaman por un nombre distinto al mío y yo tiendo a responder a dicho hombre. Al principio pensé que era como cualquier otro sueño incoherente pero cuando comenzaron a suceder periódicamente es cuando comencé a alarmarme.

-¿Recuerdas el nombre?-ella asintió.

-Recuerdo todo, es como si quedaran grabados en mi cabeza como un escrito en un pergamino, es muy inquietante.

-¿Cuál era el nombre por el cual te llaman?-preguntó con una curiosidad desesperada.

-Elyse- respondió.

El rostro de Elijah cambió ligeramente pero lo suficiente para que Ameliia lo notara.

-¿Reconoces a alguien de ese nombre, Elijah?

-No- contesto rápidamente y Ameliia sintió un pinchazo de decepción al saber que le estaba mintiendo, despues de todo acababa de decirle que confiaba en él, decidió restarle importancia-Pero prometo investigar.

-Gracias- sonrió ligeramente.

-¿Algún sueño en especial?-continuó.

Ameliia pensó unos segundos antes de contestar.

-El más reciente, se ha repetido al menos unas tres veces. Estoy en medio del bosque, por la apariencia de la luna podría decir que es casi media noche. A mi alrededor hay muchas antorchas, llevo un vestido viejo y gastado...

"En un momento miró mi reflejo en un gran cuenco de agua, después de eso todo pasa muy rápido. Me coloco en el medio donde parece ser un altar de piedra y empiezo a recitar palabras que están fuera de mi entendimiento pero después de ver el grimorio de tu madre llegué a comprender que era un hechizo, aunque aún no sé con qué propósito, de pronto escucho que alguien llama a Elyse, volteo como si fuera yo la persona a la que mencionan, y miró a una hombre, el mismo que ha aparecido en otros sueños, después con un sólo movimiento lo arrojo lejos de mi, justo cuando termino el hechizo siento un enorme dolor en mi vientre, al mirar veo una daga clavada en éste, el dolor se siente tan real que provoca que despierte agitada y adolorida"

Terminó de hablar con una mueca en el rostro al recordar todo el malestar que le llegaba en las madrugadas al tener aquellas pesadillas.

-¿Te encuentras bien?-aquella pregunta sacó de su trance a Ameliia.

-Si-asintió-sólo que... no me es tan fácil hablar de este tema tan personal.

-Comprendo-Elijah le regaló una sonrisa tranquilizadora.

-Disculpa mi comportamiento, Elijah-se disculpó apenada-Ha sido un día cansado y tal vez sólo me haga falta un buen descanso. Sólo espero contar con un poco de suerte y no tener esas pesadillas.

-¿Entonces no hay manera de saber cuando dichas pesadillas van a ocurrir?

-Me temo que no-negó decepcionada.

-Tal vez haya una manera de ayudarte- comentó Elijah llamando pot completo la atención de Ameliia.

-¿Cómo?

-Una de las habilidades de los vampiros es manipular las mentes de las personas, incluso de otros vampiros,  por lo general es para generar visiones o obtener información importante. Puedo intentar poner algún tipo de sueño pacífico en tu mente. Aunque no puedo asegurarte que funcionará, pero podemos intentarlo.

-¿Harías eso?-preguntó realmente conmovida.

-Claro- dijo y puso una mano sobre la de ella, cosa que le causó una sensación inexplicable pero para nada incomoda-Será mejor intentarlo cuanto antes, necesitas descanso.

Cuando subieron a su habitación, Ameliia se sentía como si invadieran su privacidad y era por el hecho de que nadie -más que ella- había entrado a su habitación, ni siquiera su amiga, por lo general charlaban en la cocina. No era la clase de persona que solía llevar gente desconocida a su casa y mucho menos a su habitación pero con Elijah se sentía más tranquila.

-Tal vez ésta no sea tan buena idea-mencionó Ameliia al darse cuenta que había un hombre en su habitación y que aunque no fuera en un contexto romántico, se sentía fuera de su zona de confort.

-Si te resulta incómodo, puedo irme. Pero sólo intento ayudarte.

Nuevamente lo pensó por unos segundos y llegó a la conclusión de que no lastimaba a nadie con intentarlo.

-¿Qué es lo que tengo que hacer?

-Recostarte e intentar dormir-con los nervios floreciendo de nuevo asintió y se dirigió a su cama, al sentir su espalda acomodarse en el suave colchón, se dio cuenta de cuan cansada estaba en realidad. Sus párpados comenzaron a pesar de repente y pensó que no sería tan difícil lograr dormir.

Después de unos minutos logró conciliar el sueño, minutos en los que Elijah se había encargado de observar hasta el último detalle de las facciones de Ameliia, desde el momento que la vio reconoció que era una mujer hermosa pero el admirarla a una distancia más corta se estaba volviendo irresistible para el vampiro. Se acercó un poco más y colocó cuidadosamente su mano sobre la cabeza de Ameliia, podía ver que la mente de la chica estaba en calma y que probablemente no sería necesaria su ayuda pero también sabía que aquellos sueños de los cuales Ameliia le había hablado, habían encendido una pequeña flama de curiosidad en su ser. Por lo que, -sin que Ameliia lo sintiera- indagó en la mente de la chica y vio aquellas pesadillas pasar por su mente. Se detuvo cuando un rostro familiar apareció en aquellos recuerdos. Se separó de Ameliia y salió de su habitación no sin antes dejar una nota sobre su tocador.

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