La había olvidado, había dejado de pensar en ella, ya no la esperaba, ya ni siquiera la recordaba y entonces volvió a mi como una ráfaga de viento que pasa de prisa sacudiendo todo a su paso, sacudió de nuevo mis pensamientos polvosos y colocó en mi memoria su bello rostro, aquel rostro tímido y angelical. En ese momento me quedó claro que todo había sido real, no era solo un sueño como llegué a pensar.
Era un poco tarde, las 4:00 o las 5:00 no se exactamente pero yo iba en busca de esa taza de café que me ayudaba a terminar el día en calma. En cuánto pagué me dirigí a la salida y ella apenas llegaba, sola, como la primera vez. En cuanto abrí la puerta su rostro apareció frente al mío como si de una escena de película se tratara y la aprecié como en cámara lenta para grabar la sinfonía del movimiento de su perfecto cuerpo; le regalé una ligera sonrisa que a penas dejé escapar, ella devolvió el gesto; la curva en sus labios la hacían verse increíble, aún más de lo que recordaba.
—Hola —dijo por vez primera y yo me limité a responderle de la misma forma, la dejé pasar y en seguida me marché no había tiempo para nada más y ella seguía siendo sólo una extraña.
Pensaba que si verla nuevamente era cosa del destino era quien se encargaría de un tercer encuentro. Desde afuera vi como buscó la misma mesa en la que yo había estado, la misma donde ella se encontraba el día en que la vi por primera vez, justo cuando supe que ella era diferente al resto y desde entonces aquella se volvió mi mesa favorita, en algún momento tendríamos que coincidir.
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Amándola en Silencio (Libro #1)
Short StoryNo sabía cuan grande era mi capacidad de amar hasta que me enamoré de ella, pero no podía dejar que descubriera mis sentimientos. No estaba preparado para ser el hombre que toda mujer necesita. De algún modo ya estaba enamorado de la libertad y eso...
