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Diario de Lesly

Sebastian le estaba robando demasiado espacio a mis pensamientos y aunque quería verlo pronto, no deseaba acostumbrarme a él yo no sabía que intenciones tenía conmigo y yo moría de miedo por salir lastimada. Sabía perfecto que todo era causa del pasado del cuál no terminaba de liberarme, no se puede esperar tanto de una mujer que ha crecido sola y que ha ido por el mundo mudandose de cuidad para esconderse de fantasmas que ya ni siquiera le persiguen.
Para mi suerte aunque el día siguiente amaneció bastante lluvioso después de mediodía hizo una tarde calurosa, comprendí que el destino es perfecto; que cada cosa está donde debe estar, que no hay nada que pueda ser cambiado aunque se planee. Lo escrito, escrito está. Sí, parece ser que soy una persona confundida por los designios de la vida y aunque así sea siempre he creído en el destino y en lo que tiene para darnos.   Nos vimos tal y como habíamos quedado. Fuimos al lugar de siempre y después de disfrutar de una taza de café salimos a caminar por el parque. Los rayos del sol iban evaporando poco a poco las gotas de lluvia que habían empapado las hojas de los árboles y los pajarillos entonaban cantos que llenaban de tristeza mi corazón. No estaban alegres, su canto era  como una orquesta en luto, no comprendo que pasó en ese momento. La magia de aquel instante se borró y caí mentalmente en un agujero negro que me hizo recordar que aquello era demasiada felicidad para merecerla. Las manos de Sebastián estaban quietas dentro de los bolsillos de su pantalón y me observaba fijamente, yo intentaba disimular jugueteando con mi cabello. Podía sentir como una fuerza magnética me halaba hacia el pasado y también podía sentir como el aura de Sebastián me mantenía en mi lugar.
Pese a todo nuestras miradas intentaban encontrarse y nuestros labios se deseaban de una manera increíble. Me gustaba tanto estar con él que el tiempo pasaba a prisa traicionando los momentos en que estábamos uno cerca del otro e impidiendonos compartir más detalles de nuestras vidas.

 Me gustaba tanto estar con él que el tiempo pasaba a prisa traicionando los momentos en que estábamos uno cerca del otro e impidiendonos compartir más detalles de nuestras vidas

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Amándola en Silencio (Libro #1)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin