Me sentí el más miserable de todos los hombres del planeta por romperle el corazón de aquel modo tan espantoso.
Vi como luchaba por contener las lágrimas y el esfuerzo que hacía para no derrumbarse frente a mi.
No dijo una tan sola palabra, simplemente me escuchó hasta el final y se puso de pie, giró su cabeza en busca de la salida y en cuanto la descubrió no dudó un tan solo segundo en marcharse tal y como lo hizo la primera vez que la vi, ahí en esa misma cafetería donde se nos volvió deseo mirarnos a la cara y conectar nuestras almas a través de nuestros ojos y en compañía del aroma y el sabor a café.
La iba a extrañar más de lo que pensé, pero era tarde. Ella se había marchado con su alma rota y su corazón quebrado.
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Amándola en Silencio (Libro #1)
Short StoryNo sabía cuan grande era mi capacidad de amar hasta que me enamoré de ella, pero no podía dejar que descubriera mis sentimientos. No estaba preparado para ser el hombre que toda mujer necesita. De algún modo ya estaba enamorado de la libertad y eso...