No sabía cuan grande era mi capacidad de amar hasta que me enamoré de ella, pero no podía dejar que descubriera mis sentimientos. No estaba preparado para ser el hombre que toda mujer necesita.
De algún modo ya estaba enamorado de la libertad y eso...
Con los días me confesó que había perdido al bebé y que tenía que marcharse porque la situación no era fácil para ella y sus padres ya lo habían planeado todo para que continuara con la universidad en otro país y así sin más explicaciones me dejó. Fue terrible perderla a ella y perder a mi hijo, los días se me tornaron grises y en todo un esfuerzo por no caer en depresión logré culminar mi licenciatura sin volver a poner los ojos en una mujer, perder a mi familia sin haberla tenido fue como agua que se escurre entre los dedos. Con el tiempo me enteré que en realidad Amanda había tomado la decisión de perder a nuestro bebé por su propia cuenta y sin contar con mi opinión, aquello si que rompió mi corazón y juré que nunca más volvería a enamorarme.
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