Capítulo 2

10.5K 603 33
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—¡Lo siento! —habló el chico. Podía definir su voz en una sola palabra; sexy—. En serio no te vi, fue mi culpa —me tendió una mano para levantarme. La acepté y me levanté con su ayuda. Recorrió mi cuerpo con su mirada,descargas eléctricas se adueñaron de mí—. Creo que no te hiciste daño, ¿qué dices tú?¿estás bien? —sus ojos chocaron con los míos nuevamente, luego corrió con su mirada cada parte de mi rostro mientras su ceño se fruncía—. Tu rostro me parece familiar, ¿nos hemos visto antes?.

—Estoy bien gracias, aunque no puedo decir lo mismo por mi trasero —murmuré mientras me lo sobaba. Me regaló una sonrisa mostrando su blanca y perfecta dentadura—. Y respecto a lo último, creo que no. Es la primera vez que vengo a Roma.

—Bueno... Tal vez te confundí con otra persona. ¿Qué te parece si te doy un tour por la ciudad en forma de disculpas? —dio vueltas un balón -que antes no había visto- entre sus manos.

—No hace falta, en serio. Está todo bien.

—Insisto. No te arrepentirás —no había visto el hoyuelo que se le formaba en la mejilla al sonreír, pero cada vez me convencía de que el chico sin lugar a dudas era extremadamente sexy.

—Está bien —le regalé una de mis mejores sonrisas—. Solo dime cuándo y a qué hora.

—¿Qué te parece mañana por la mañana?.

—Mientras no sea a las 7 a.m está todo perfecto —comencé a jugar con mi anillo en mi dedo anular.

—¿9 a.m? Es la hora perfecta para dar un tour. ¿Tú qué dices? —levantó una ceja mientras esperaba expectante.

—Me parece bien —formé una sonrisa en mis labios.

—Okay... ¿Luego intercambiamos números?, ya sabes, para saber donde ir a buscarte...

—Si, claro —miré hacia la piscina buscando a Sam. Cuando mis ojos captaron su ubicación lo encontré mirando hacia nuestra dirección con una sonrisa traviesa—. Creo que me tengo que ir...—volví mi vista al dios griego.

—Si... Adiós, luego nos vemos —asentí y luego giré sobre mis talones. Cuando estaba a varios metros de él lo escuché nuevamente—. ¿Cómo te llamas? —giré hacia él para encontrarlo con una sonrisa -una hermosa sonrisa-.

—¡Maiana! ¿Y tú?—respondí. No podía borrar la sonrisa de idiota que se me plantó en los labios.

—¡Lindo nombre, Maiana!. ¡Me llamo Wil! —juro que si no dejaba de sonreír iba a ir hasta él y le iba a borrar la sonrisa a besos. Me saludó con una mano y se fue hacia donde se encontraban unos chicos.

Bueno, creo que le borraré la sonrisa a besos en otra ocasión. Pensé.

Giré sobre mis talones y seguí mi camino hacia Sam. Al llegar a su lado él me miraba con una sonrisa pícara y ambas cejas arqueadas.

La ballerine (COMPLETA)Where stories live. Discover now