Capítulo 16

5.4K 414 8
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Zorra! —Su voz llegó a mí, esa voz tan chillona y que tanto molesta a mis oídos. Apreté los párpados fuertemente, escuchando como el ruido de sus tacones se hacían más fuertes detrás de mí—. Mírame cuando te hablo —de mala gana giré sobre mi eje, quedando cara a cara con Phoebe.

—¿Qué quieres? —hablé, seria.

—¿Qué quiero? —preguntó con gracia—. Quiero que dejes de tratar de arrebatarme todo lo que es mío —se acercó, dando un paso más cerca de mí—. ¿No te alcanzó con sacarme el papel de Odette y Odile? ¿¡Ahora tienes que sacarme a mi novio!?. ¡Eres una bastarda! ¡Eso eres! ¿O piensas que no lo sabía? Eres una estúpida adoptada —sus palabras salían con veneno de sus labios, pero no dejaría que me hicieran daño—. Entiendo que me tengas envidia, ¿qué huérfana no querría tener una vida perfecta como la tengo yo? —rió sin gracia—. En serio no entiendo como William pudo meterse con alguien como tú, eres tan corriente, eres horrible. Solo hay que verte una vez para saber que no vales nada.

—¿Sabes algo? —hablé, cansada de escucharla—. No me importa lo que pienses de mí —ajusté mi bolso en mi hombro derecho—. Ahora tengo que irme, adiós —pasé por un costado de ella, dejándola detrás de mí.

—¿Sabes que me dijo mi novio? —habló cuando ya estaba a varios metros de distancia—. Que solo eras un juego —alzó la voz—, una chica patéticamente fácil, en otra palabras una reverenda puta —escuché como mi corazón se rompía en mil pedazos, pero seguí mi camino hacia las grandes puertas de la academia.

Tragué el nudo que se me había formado en la garganta a causa de las últimas palabras de Phoebe. Colgué una sonrisa falsa en mis labios cuando visualizé a mamá junto a su auto. Al llegar a su lado me envolvió en sus brazos, ella sabía que no estaba bien, me conocía demasiado. Pero no preguntó nada al respecto, solo quedamos abrazadas a un lado de su auto.

...

DÍAS DESPUÉS...

—No puedo creer que me guste alguien que no confía en mí.

—Y yo no puedo creer que me gusta una chica que no me puede entender.

Abrí los ojos pesadamente, observando los azulejos color blanco de la ducha. Mientras el agua caliente corría por mi cuerpo esas palabras seguían retumbando en cada rincón de mi mente.

Estúpida.

Eso fui.

Luego de aquél día, donde todo se vino abajo. Había llorado hasta quedar dormida en el piso a un lado de la puerta, no fue hasta el día siguiente que estando practicando unos pasos en una habitación a unas puertas de la mía, recordé. Recordé cada detalle de la conversación que tuvimos o bueno, discusión. Aunque algunas partes siguen totalmente olvidadas, otras están borrosas. Lo único que puedo recordar claramente es lo que pasó en mi habitación, lo que dije, lo que dijimos.

La ballerine (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora