Maiana Pasquarelli fue adoptada por un matrimonio italiano luego de unos pocos meses de su nacimiento. Cuando su padre adoptivo se entera de donde proviene ella, decide mudarse a Madrid, España con la escusa de un "cambio de aires", cuando en realid...
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¿Conocen la sensación de qué todo en su vida estuviese en su lugar?.
Yo si.
Sonreí como una estúpida cuando terminé de leer lo que había sido la entrevista de Wil y mía, dónde dábamos nuestra versión de los hechos. Hablamos desde aquél día que nos conocimos, y cada acontecimiento que pasó después de ello. Phoebe días antes había hecho pública su relación con Andrew, un chico que asistía con nosotras en la Academia, y por supuesto que también fue pública la noticia de su embarazo y quién era el padre de su bebé.
Entonces parecía que me encontraba dentro de una burbuja de perfección y tranquilidad. Tenía miedo de esa sensación, de que todo de la nada se derrumbara. Sin embargo sentía que lo merecía, merecía sentirme completa, feliz y en paz. Merecía sentir que todo estaba en su lugar después de tanto sufrimiento, desde la verdad de quienes eran mis padres biológicos, hasta la muerte de Josh, quien seguía doliendo, pero había entendido que así siempre sería, por que fue alguien importante en mi vida y porque lo amé de la manera más pura que una adolescente de quince años pudiera hacerlo.
Sentí unos dedos calientes debido a la calefacción pasear por mi antebrazo, hasta llegar a la palma de mi mano y luego entrelazar nuestros dedos. Unos labios tibios se presionaron en mi cien, giré el rostro hasta encontrarme con la mirada azul de William.
—¿Puedo leerlo? —señaló con su cabeza a mi teléfono, que estaba en una página web donde estaba lo que había sido la entrevista.
—Puedes —le informé. Le pasé mi teléfono con mi mano libre y comenzó a leer.
No pasé por alto la manera en que sacaba levemente su lengua entre sus labios y su entre ojo se fruncía levemente en un gesto de concentración. Lo había visto varias veces y me parecía de lo más tierno.
Su dedo pulgar comenzó a acariciar levemente al mío y yo apoyé mi cabeza en su hombro. Suspiré mientras no apartaba la vista de su rostro.
¿En verdad estábamos juntos?, ¿luego de tanto al fin éramos novios?. Se sentía tan irreal, y jamás me había imaginado que esto sucedería, sin embargo aquí estaba, locamente enamorada de un chico que sentía que con sus besos, gestos y palabras me haría explotar de tanto que mi corazón estaba sintiendo. Se sentía tan bien ser querida.
Aún podía recordar el dolor que me causó en el trasero, literalmente, al conocernos. Muchas veces me encontraba preguntando que habría sido de mi, ahora presente, si mi primo Sam no me hubiera dicho para ir a aquel costoso club, en el cual nunca más había puesto un pié nuevamente. ¿Hubiera conocido a Wil en otra ocasión?, ¿Hubiera encontrado sin querer a mi familia biológica?, ¿habría venido Josh a Roma?, y lo más importante, ¿Josh estaría vivo en este momento?.
Un acontecimiento llevó a otro, para al final encontrarme en este punto de mi vida.
Mi pecho dolió ante la pregunta que rondó en mi mente:
