Capítulo 12

6.3K 438 43
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Hundí mi rostro en una de las almohadas intentando, fallidamente, recuperar el sueño. Había pasado gran parte de la tarde del sábado en mi habitación, sin ganas de nada, sólo de quedarme en la cama.

Hoy, hacía tres años de la muerte de mi abuelo y como me era común cada año en la misma fecha me encerraba, odiando todo mi alrededor. Mi abuelo había sido mi confidente desde que tengo memoria y no tenerlo a mi lado otro año me quebraba el alma en mil pedazos. Daría lo que fuera por tenerlo nuevamente a mi lado, con uno de sus trajes más caros y elegantes contándome anécdotas de cuándo él fue príncipe.

Escuché como tocaban la puerta una vez más. Bufé exasperado, ¿por qué no me podían dejar en paz?.

—Soy yo, Phoebe —escuché la voz de mi novia. ¿En qué momento había entrado?.

Escuchando cómo sus tacones resonaban por la silenciosa habitación, aún con el rostro hundido en la almohada me aferré más a los recuerdos de mi abuelo.

Sentí cómo retiraron las mantas que me habían estado resguardando del frío toda la mañana y gran parte de la tarde.

Solo ignorala, pronto se irá. Habló una voz dentro de mi cabeza.

Unas manos tibias se posaron en mis hombros desnudos y bajaron lentamente por mi espalda. Un peso se instaló sobre mi cintura, no necesité ver para saber que Phoebe estaba a horcajadas sobre mi.

—Amor, se que estas despierto —susurró cerca de mi oreja. Sus manos seguían recorriendo mi espalda mientras dejaba mojados besos en mi vértebra.

Despegué pesadamente mi rostro de la almohada y giré sobre mi eje, ahora, con Phoebe a horcajadas sobre mi estómago me di cuenta que no se iría tan fácilmente. No hasta obtener lo que quiere.

—¿Cómo estás? —se acercó a mis labios con una sonrisa coqueta colgada en los suyos. Dejó un casto beso en los míos.

—Bien —le sonreí algo forzado. Me incorporé quedando sentado en el colchón con ella sobre mí.

—Tu mamá me lo ha contado —murmuró, mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cuello—. ¿Necesitas un abrazo?.

Si, pero no de ti.

Ignorando la irritante voz dentro de mi cabeza asentí. Sus delgados brazos se apretaron más a mí haciendo que sus pechos quedaran totalmente pegados al mío. Pasé ambos brazos por su cintura atrayéndola más a mí. Estuvimos varios minutos así, hasta que ella se separó y con ambas manos me empujó hasta quedar acostado nuevamente. Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro para luego estampar sus labios con los míos.

Sus besos, a diferencia de los de Maiana, eran bruscos. Y aún que en sus besos demostraba el deseo y el cariño, no se comparaban con los de Maiana.

Y cómo ya se me estaba haciendo costumbre, nuevamente estando con Phoebe, Maiana volvía a mi mente. En más de una ocasión estuve comparando cada gesto de Phoebe con los de Maiana. Y la verdad no sabía por qué lo hacía. Pero pasaba, muy a menudo.

La ballerine (COMPLETA)Where stories live. Discover now