Capítulo I - Im Nayeon

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'En los inicios de esta década un tanto problemática, pudimos experimentar grandes cambios en lo que respecta a nuestra sociedad como país, y la influencia de factores tanto económicos como gubernamentales sin duda han tenido mucha relevancia, sobretodo en las mentes de una incipiente generación que daba sus primeros pasos en este camino tan difícil, pero no por eso poco atractivo como lo es la historia'. Ahora designaré quien debe continuar la lectura de inicio de semana. Veamos... ¡Ya sé! Señorita Im Nayeon. Usted que siempre guarda una inconfundible atención en la clase, y en especial en la mía, deseo encarecidamente que tome su libro en la página 44, sección historia... ¡y se ponga a leer en este preciso instante!

No, damas y caballeros, si ustedes están imaginando que luego de este alentador discurso la señorita que el profesor acaba de mencionar hizo caso omiso a la petición... les diré que se encuentran muy equivocados. Y sí, creo que en estos momentos estaría bien presentar a dicha persona que da la impresión de no poseer la más mínima consideración a su total entorno, pero vamos, que estoy seguro y están esperando una respuesta por parte de ella.

— ...

—  Señorita Im Nayeon...

— ¿Eh? ¿Me acaba de decir algo ahora mismo, profesor?

— ¿Cómo dijo?

— Es que, me pareció que me había dicho algo...

— ¿Cómo es posible que no esté atenta a nada de lo que yo diga, eh? Aguarde, creo que no debería de sorprenderme, ¿verdad? Pero por una vez en su vida creí que era consciente de que las cosas que realiza no...

— ¡Ya comenzará con lo mismo de siempre! A ver, profesor, supongo que ya todos sabemos lo que sigue, ¿verdad?

— Esto se está saliendo de control, señorit-...

— A ver, todos, díganme a una sola voz... ¡¿Qué es lo que sigue?!

— ¡Dirección! ¡Dirección! ¡Dirección!

— ¡Silencio! ¡Silencio ahora, clase! ¡Basta!

El tumulto no se hizo esperar, y una sonrisa algo desafiante se comenzó a dibujar en el rostro de nuestra inesperada protagonista.

— Señorita Im Nayeon... solo dígame... ¿hasta cuándo va a seguir con esto, eh? ¿Acaso yo le he hecho algo a usted? ¿Está tomando venganza? ¿Es un odio particular el que siente usted por mí? ¡Qué rayos le sucede!

— No se lo tome personal, profesor. A decir verdad... tampoco debería de sentirse especial.

— ¡¿Qué?!

— Más bien... ¿qué espera para llevarme a la dirección?

El profesor, dando a entender que no tenía más remedio que acceder a la inusitada petición de su 'querida' alumna, se dispuso a dirigirla a la sala penitenciaria, mejor conocida como la dirección, pero... como era de esperarse, el desenlace no iba a ser tan alentador que digamos.

— Profesor Choi, ¿a qué se debe su visita por aquí?

— Director, creo que usted ya lo debe de saber...

— Oh no, no me diga que...

— Sí, si le digo.

Cuando de pronto, hace su majestuoso ingreso...

— Buenos días, director. ¿Cómo ha amanecido hoy? Vine especialmente para saludarlo.

— Señorita Im Nayeon, ¿otra vez usted por aquí? Tengo entendido que la última vez que vino a 'saludarme' fue el día de ayer, casi justo antes de terminar la clase de Matemática.

— Bueno, ya sabe, debe de ser el aprecio.

Los ánimos comenzaban a sentirse algo pesados. El ambiente se tornaba más hostil con cada segundo que pasaba, cuando de pronto las dos autoridades tomaron la palabra.

— Director, esto es algo serio. ¿Cómo puede existir una persona con tal actitud hacia sus mayores? No lo puedo creer.

— Mmm... si bien es cierto tiene unas muy buenas calificaciones, no es motivo para comportarse de ese modo, ¿o sí, señorita Im Nayeon?

Respiró hondo de una manera que haría tranquilizar a un furibundo ser, y acto seguido respondió...

— Creo que... esto podría tratarse de un buen trueque, ¿no lo creen?

— ¡¿Estás tratando de negociar con la autoridad aquí?!

— Silencio por favor, profesor Choi. Continúa.

— ¿Ahora entiende mi aprecio por usted, director?

El profesor ardió en llamas y dejó el despacho del director inmediatamente. Nayeon prosiguió...

— Como le decía, director, no encuentro otro motivo en la escuela más que sacar muy buenas notas. ¿No cree que bajo esa premisa consideraría que me esfuerzo demasiado por mantener el gran nivel que estoy teniendo ahora? ¡Vamos, que sé que a usted le agrada que todo esté así!

— Señorita, me estoy sintiendo amenazado en estos momentos, ¿sabe?

— Eso es precisamente lo que no deseo, director, que empiece a crear ideas tontas.

— ¿A qué se refiere? Explíquese, por favor.

— Usted sigue teniendo la posibilidad de generar conciencia al alumnado gracias al intelecto que yo poseo, mientras que a la vez yo...

— Espere, ¿piensa chantajearme, señorita?

— Ya veo, ya veo... me parece que no estamos hablando el mismo idioma, ¿no es así? Bien, creo que ya sé lo que vendrá ahora. ¿Me puedo ir ya a casa?

— ¡Señorita, Im Nayeon!

Sin más, Nayeon tomó su mochila, que había dejado en el suelo mientras tenía la conversación con el director, y luego de eso abrió la puerta del salón y se marchó, dando a entender que había sido expulsada al menos ese día. En el camino vio al profesor Choi. Pudo percibir en él un aura algo frustrada al ver que sus intenciones de educar a esta alumna eran prácticamente nulas, mientras que ella solo atinó a dejarle una nueva sonrisa desafiante como mencionando: 'nos vemos en la otra clase'. Está de más decir que hay algo que pasa por la cabeza de nuestra inesperada protagonista, y también estoy muy seguro que hay demasiadas preguntas de por medio. Pero sí, esta es la realidad a la que ella está sometida, y que tarde o temprano desencadenará muchos sucesos de los cuales uno nunca sabe cuándo pueda librarse.

Im Nayeon, alumna de la escuela media de Seúl, 15 años de edad. Regresaba a su casa bajo la nieve de este abrumador invierno que, al parecer, le gustaba. Dejaba huellas con sus zapatos, así como también con la lluvia de sus ojos, que jugaban con el horizonte gélido de sus cabellos. ¿A dónde se dirigía Nayeon? ¿A dónde? ¿A dónde va en este frío que pareciese acogerle hasta los huesos? 

Somos Tú Y YoWhere stories live. Discover now