Capítulo XXXI - Tan cerca y a la vez tan lejos (Parte IV)

111 17 11
                                    


— Jihyo... ¿Me escuchas? ¡Jihyo!

— ¿N-Nayeon? Sí, aquí estoy. Dime.

— ¿Tú crees que... existan los milagros?

— Pues... yo creo que sí... ¡definitivamente sí!

Yo estaba segura que... en el fondo... creía en los milagros.

—¿E-El... secretario de... Nayeon?

—Así es, señorita Park. Es realmente un placer poder conocerla en persona.

—El placer es todo mío, pero...

—¿Y usted es...?

—Eh... ¡A-Ah, sí! Mi nombre es Hee Sujin, asistente de Jihyo-unn... no, quiero decir, asistente de la doctora Park Jihyo.

—¡Oh! Qué grata sorpresa, así que ustedes profesan la carrera de medicina.

— P-Pero... ¿qué tan calmado puede estar este... muchacho? Nos habla con una tranquilidad que era inevitable comenzar a envidiar. D-Disculpa, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Como mencioné al inicio de nuestro abultado encuentro, sé que tienen demasiadas preguntas qué hacerme, y estoy dispuesto a contestarlas todas; sin embargo aquí y ahora nos une un objetivo en común, y deseo que, al menos bajo ese objetivo, ustedes puedan depositar un poco de su confianza en mí persona. ¿Es mucho pedir?

—N-No, para nada... solo que esto no deja de sorprenderme. Prácticamente estábamos... ¡Ahhh!

—¡T-Tenga más cuidado a la hora de conducir, por favor!

—Lo siento, pero creo que también les hice mención en un inicio que nos conduciremos a una gran velocidad a partir de ahora, así que...

— ¡Rayos! En estos momentos... el sentido común es lo que debe dejarse a un lado, o al menos por el momento. Estoy muy esperanzada en que podamos alcanzar a Nayeon, a pesar de... Secretario... Sung... hábleme un poco acerca de un viaje a Japón que usted mencionó hace poco...

—Se refiere al viaje que hará Nayeon, ¿verdad?

— N-No es... posible... ¡ASÍ QUE SE TRATABA DE ELLA! P-Pero... ¿por qué? ¡¿POR QUÉ HARÁ ESE VIAJE?!

—Ella, al encabezar el encuentro con algunos negociantes de ese país, tuvo que ver todos los detalles para que todo lo relacionado al contrato salga de la mejor manera posible, pero hace falta una reunión pactada en Japón para ultimar algunos otros detalles.

—Y-Ya veo... Nayeon... es que... ¡Ah! ¿T-Tanto has crecido que...? Ahora... da la impresión de que llevas las riendas de una empresa enorme... ¡INMENSA! Que tiene sucursales en toda Asia y puede que hasta en el mundo entero... ¿Tanto has crecido? ¿Dejaste de ser esa niña que se encontraba en el albergue aquellos días? ¿Dejaste ir a ese ángel que enmarcaba tu dulce mirada e inconfundible sonrisa? No, no creo que hayas cambiado. Tu esencia permanece intacta, ¿no es así, Nabongs? ¿No es así?

—Perdónenme, pero... al parecer...

—¡¿Qué pasó, secretario Sung?!

—El auto negro realizó un desvío...

—¡N-NO PUEDE SER!

—Creo que el atajo sirvió de poco. Ella llegará al aeropuerto de Incheon más rápido que nosotros...

Somos Tú Y YoWhere stories live. Discover now