Capítulo XIII - Camino de vida

196 33 14
                                    

El instante más hermoso que comenzó con una pequeña confusión, y que luego desembocó en el derroche de emociones que cada una lleva consigo en sus corazones: Nayeon y Jihyo, Jihyo y Nayeon, se confundieron en un fuerte y maravilloso abrazo que no parecía tener fin, que desafiaba las leyes del tiempo y el espacio, y que sin darse cuenta construían aún más este bello camino que la vida dispuso obsequiarles. El señor Kim tampoco pudo evitar derramar algunas lágrimas por la emoción que presenciaban sus ojos al ver reconciliadas a ambas.

—Ahora que estamos más tranquilas, dime... ¿por qué me has regalado un peluche de conejo?

—Eh... ¿aún no lo sabes?

—Pues no, Jihyo. ¿De qué se trata todo esto? No me disgustan los conejos, pero...

Una risa incontrolable desencadenó en Jihyo mientras miraba a Nayeon abrazando al peluche.

—¡Ay, Nayeon, no tienes remedio!

—Park Jihyo, ¡me vas a explicar ahora qué es lo que sucede!

—Es que... así como yo tengo los ojos grandes... tú...

—Espera, no me digas que...

—¡Sí, sí te digo!

—¡JIHYOOOO!

—¡No te apenes, Nayeon! Es parte de tu encanto. Esperen...

—D-De mi... encant-... ¿C-Cómo... dijiste...?

— ¡¿E-En serio dije eso?! ¡Ahhh! ¿Por qué será que a veces no puedo controlar lo que...? N-No, no dije nada.

Sí lo escuché bien, así que de nada valdrá que lo niegues. Je, je.

—B-Bueno, ¿te gustó la sorpresa?

—No, Jihyo, no me gustó.

—¡¿E-Es en serio...?!

—Así es, no me gustó... ¡ME ENCANTÓ!

— Nayeon, tú... ¡NO ME ASUSTES ASÍ!

—Lo siento, lo siento. En verdad... estoy muy agradecida contigo. No esperaba un detalle tan lindo como este.

Nayeon miraba con mucha ternura al peluche. Le regaló su intensa mirada y una sonrisa tan brillante que si uno la mirase jamás pensaría que se tratara de algo de este mundo.

No cabe duda de que... Nayeon es una chica muy encantadora. Tiene unos ojos muy brillantes que armonizan muy bien con sus divertidos gestos. Su nariz y su boca juegan con el viento, y sus dientes... sus dientes son tan... tan...

—¡Jihyo, te estoy hablando! ¡Jihyo!

—Ah sí, dime, Nayeon.

—¡Pongámosle un nombre!

—Ya tiene uno.

—¿Cómo es posible? Pensé que lo elegiríamos juntas.

—Es que... también quería sorprenderte con el nombre...

Mmm... Bueno, ya dime, ¿cómo se llama?

—¡Nabongs!

—¡¿Q-Quéeeee?! Dime que... ¡dime que es una broma!

—¡NO LO ES!

—¡AHORA VERÁS, JIHYO! ¡AHORA VERÁS!

Las horas transcurrían sin el más mínimo reparo. Tanto Nayeon como Jihyo demostraban al albergue 'Juntos por la esperanza' que se puede reír a carcajadas y sin preocupaciones, que se puede soñar con instantes únicos y sin pensar en algo que lo desbaratara, que se puede vivir, que se puede estar bien. Los pacientes mientras recorrían las instalaciones del albergue y de casualidad pasaban por la sala 3 escuchaban las risas y los alborotos de estas chicas y, de alguna u otra forma les contagiaban esas ganas de poder sonreírle a la vida, a pesar de todo lo que pudiese ocurrir.

Somos Tú Y YoWhere stories live. Discover now