Capítulo XXVIII - Tan cerca y a la vez tan lejos (Parte I)

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El día transcurría como normalmente uno esperaba, y sin embargo la virtud de poder brindar ese pedazo de cielo a quienes más lo necesitan te hacía vivir más que un día cualquiera, y eso Jihyo lo sabía muy bien. Decidida a continuar con su denodada labor entre paredes blancas, bisturíes, tijeras, y suturas, se dispuso a atender a los pacientes que aquella tarde llegaban en condición de emergencia al hospital, y junto a su asistente Sujin, que muy emocionada describía en todo momento una sonrisa imperturbable, hacían de estas horas de trabajo una delicada y asombrosa manera de demostrarle no solo a las personas que se encontraban a su alrededor, sino a todo el mundo, de lo maravillosa que puede llegar a ser, y es, indudablemente la vida.

Eran ya las 7PM. Jihyo se acercó a su oficina para ver que todo estaba en orden. Su horario de trabajo había culminado y pronto haría uno de esos viajes matutinos que la llevarían a su dulce hogar, sin embargo, había algo que no estaba bien. Sentía de repente algo que la aquejaba por momentos, como una suerte de premonición acariciando su pecho, y que por más que deseaba acudir a la calma, simplemente no lo conseguía.

—Sujin... ¡Sujin! ¿Estás por aquí?

—Sí, doct-... sí, Jihyo-unnie, aquí estoy, dígame...

—Sujin, ¿has podido saber algo del señor Kim?

—N-No, la verdad... ¿pasa algo malo?

—No lo sé con exactitud, pero... tengo un mal presentimiento.

—¡Ahora que recuerdo...! El doctor Kim nos dijo que...

—¡Es cierto! ¡Nos veríamos más tarde con él! Solo que...

—No especificó... cuándo y... dónde...

—Iré a visitarlo al albergue. Él tiene que encontrarse ahí.

—No vaya a ser peligroso, Jihyo-unnie... ese mal presentimiento que tienes me preocupa mucho.

—No te preocupes, Sujin, solo me percataré de que está descansando. Recuerda que él mismo ha estado investigando todo acerca del padre de Nayeon y de aquella empresa, así que es comprensible que esté agotado.

—Sí, lo sé... pero...

—Espera, no me digas que...

—Si es que ya lo sabes... está de más seguir aquí, ¿verdad? Además...

—¿Sujin?

—Me muero por conocer el albergue donde el doctor Kim y tú antes trabajaban y atendían a los más necesitados.

—¿Te has dado cuenta la hora que es?

—Eh... ¿s-sí?

—¿Y tú casa? ¿Tus padres? ¿Te has puesto a pensar en ello?

—Jihyo-unnie, ya no soy una niña como para estar...

—¡No seas irresponsable y vete a casa!

—¡Pero... Jihyo-unnie...!

— Me dice que no es una niña, pero... se oye como tal. ¿Vas a seguir haciendo esa clase de berrinche? Porque si sigues...

—¡¿Está funcionando?!

—¡Ah! Está bien, está bien, pero déjame llamar a tus padres primero.

—¡Sí! ¡Jihyo-unnie es la mejor!

Así pues, Jihyo y Sujin emprendieron su travesía hacia el albergue 'Juntos por la esperanza', lugar donde ellas esperaban encontrar al señor Kim, y así despejar toda posible preocupación. No les tomó mucho tiempo llegar al recinto, mientras tanto, Sujin no dejaba de mirar asombrada los alrededores del mismo, dando a entender su total admiración por conocer al fin el lugar donde Jihyo había vivido en aquel tiempo haciendo lo que más le gusta hacer.

Somos Tú Y YoWhere stories live. Discover now