Poison - H.S [Español]

Capítulo 33

Me tambaleo por los pasillos, insegura de hacia donde ir. Todo parece una ilusión y estoy tratando de convencerme de que esto es un sueño. El color de las paredes que se suceden es borroso y se entremezcla. No estoy segura de qué hacer.

Mi cara está empapada de lágrimas, y todo mi cuerpo parece inerte. Todo a mi alrededor parece estar desapareciendo lentamente. Mi único foco es el largo pasillo que hay a mis pasos.

Un terrible dolor emana de mi lado derecho. Miro hacia el lugar de donde irradia el dolor, y veo una gran mancha roja sobre mi camiseta. Cuando paso mis dedos por encima, el rojo líquido parece teñir mis dedos también. Aunque el dolor es extremadamente intenso, es la menor de mis preocupaciones ahora mismo.

No encuentro a una sola persona en este momento y nadie parece aparecer en mi busca. Mi cabeza duele a horrores, y siento como si fuera a desfallecer, pero tengo que seguir mirando. ¿Dónde puede haber ido?

Un minuto las dos estábamos alegres y contentas, a punto de pasar un buen rato, y al siguiente, toda esa diversión nos es arrebatada. 

Por un momento, pienso en lo que está pasando. Esto no es real, ¿verdad? Es todo un sueño, todo está alborotado de todas formas. "Esto no es real" me repito a mi misma un par de veces antes de empezar a creérmelo. "Es solo una gran pesadilla, todo se solucionará en cualquier momento desde ahora"

Cuando la realidad me golpea, ya no puedo creer que esto sea un sueño. Es real y está pasando de verdad. Todo parece romperse bajo mis pies, que ya no pueden sostenerme. Me caigo al duro suelo, golpeando mi cuello contra el blanco mármol.

Lloro a pleno pulmón, gritando hasta que mi garganta se resiente. Apenas puedo respirar o moverme. Mis piernas y manos comienzan a temblar y me siento como si estuviera ahogándome en mis propias lágrimas. Me estoy agobiando de formas que nunca hubiera imaginado. El dolor de mi costado no es nada comparado con el dolor que siento en mis adentros. Parece como si alguien me hubiese abierto en canal y vertido ácido en cada centímetro de mi cuerpo.

"¿Hunter?" dice alguien, y me toca el hombro.

Es él. Me giro con la fuerza que me queda, clavando mis uñas en la figura que se encuentra tras de mí. 

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Me levanto sin aliento, con un pinzamiento en la nuca y la espalda. Mi respiración está descontrolada y empiezo a sentir un fuerte dolor en el pecho.

Eso ha sido lo más largo que he pasado sin tener una pesadilla. Una semana. Solían ser cada noche, pero va mejorando. Aunque desearía que se hubieran detenido. Los recuerdos son demasiado mórbidos y depresivos para ser recordados cada noche. Cada vez que pienso que doy un paso hacia adelante, doy dos para atrás.

Cuando salgo de la cama, el frío aire me produce escalofríos de inmediato. Mi ventana está completamente abierta, dejando entrar el viendo helado en mi habitación. Me apresuro hasta ella y la cierro del todo, asegurándome de bloquearla. Cada vez que me olvido de cerrar la ventana termina abriéndose de par en par por las fuertes corrientes. 

Cojo una chaqueta de mi armario y me la pongo sobre los hombros para conservar algo de calor. El tiempo últimamente no ha sido nada cálido, ni lo más mínimo.

Camino escaleras abajo y veo a mi padre sentado en la mesa, bebiendo café y leyendo el periódico del día. Está vestido con su ropa de trabajo.

"Buenos días, Hunter, hay algo de comida en el horno si tienes hambre" dice sin quitar los ojos del papel.

"Ok, gracias" digo en dirección al electrodoméstico.

Lo abro y saco la comida. Hay tortitas, huevos revueltos y bacon, mis desayunos preferidos. Cojo un plato y me echo algo de comida.