Capítulo 17

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Rose no tardó en encontrar a Margaret a pesar de la inmensa cantidad de invitados al baile de Lady Spencer y no le fue difícil encontrarla debido a que estaba bailando con el guapísimo vizconde Beaufort. Margaret se veía preciosa con su vestido verde esmeralda y sonreía encantada en la pista de baile. Definitivamente eran una pareja que llamaba la atención. Margaret con su silueta de curvas generosas y las esmeraldas que adornaban sus orejas y cuello haciendo realzar aún más su escote. El conde Beaufort con su figura atlética y tan alto que la pobre Margaret terminaría con dolor en el cuello de tanto mirar hacia arriba, la sonrisa del vizconde era segadora. Muchas damas mostraban su disgusto o envidia al verlos.

Al culminar la pieza se dirigieron a la mesa de refrescos donde se despidieron y Rose decidió ir a su encuentro arrastrando con ella a su madre.

- Rose, mi niña, una dama no se mueve por un salón de baile a empujones. Le reprochó su madre.
- Oh mamá el baile está abarrotado si no empujaba un poco habría tardado horas en llegar y saludar a Margaret. Contestó al tiempo que saludaba a su amiga con un abrazo.
- Estás preciosa. Le dijo.
- Gracias, tú no te quedas atrás. Pero quien realmente nos opaca es Lady Violet - Rose sabía que su amiga quería apaciguar a su madre pero ésta tenía una mirada de reproche y no se iba a dejar adular.
- Señorita Margaret recuerda que le pedí decir a su padre lo necesario de una acompañante para usted? Una acompañante que le advirtiera por ejemplo de la clase de persona es con quien usted acaba de bailar? Quién se lo presentó? Definitivamente no es una compañía que debería alentar.
- Ah..., pues no nos presentó nadie. Él se acercó y me invitó a bailar. Yo estaba sentada junto a damas muy distinguidas y nadie dijo nada cuando el se acercó.
- Eso fue porque estaban esperando ver su reacción y usted les ha dado un chisme con el que entretenerse. Rose entre los innumerables temas de conversación que hay entre ustedes no tienen un momento para hablar de lo que se puede o no hacer en un baile?
- Creo que ..., desde este momento me comprometo a ser una buena amiga y transmitir mis conocimientos a Margaret. Pero no es posible que el vizconde sea una mala compañía, estuvo en casa ayer con Robert, Lord Rickford y Lord Worth - decidió omitir que a ella tampoco se lo habían presentado de forma adecuada pero sí había proporcionado un cuchillo para quitar la camisa ensangrentada de Lord Rickford. Antes de que su madre le pidiera más detalles decidió poner su empeño en algo que había estado rondando su cabeza - Y sobre la acompañante estoy segura el padre de Margaret la estará buscando pero sabes que encontrar una persona adecuada no es fácil. Mamá no podrías tú cumplir ese papel? Estoy segura no será por mucho tiempo.
- No tiene que hacerlo Lady Violet normalmente permanezco sentada como dije antes junto a damas muy distinguidas, fue por eso que al llegar tan galante caballero no pude resistir la tentación y baile con el. Se puede creer que ni me sabía los pasos y así se lo hice saber pero me aseguró que no hacía falta pues él me guiaría y así fue.
- Madre por favor. Rogó Rose.
- De acuerdo, pero ustedes dos deben prometerme que se comportarán con el decoro de una dama en todo momento. No puedo andar corriendo detrás de ustedes. Rose cuáles son las reglas?
- Siempre mantenerse a la vista y nada de salidas a la terraza. Es peligroso - Rose recitó esas frases pero no pudo dejar de pensar en que las había infringido no hace mucho.
- No es que crea que vuelva a pasar pero ... Y si alguien se acerca y me invita a bailar y no lo conozco qué hago? - Margaret parecía ilusionada con la idea pero a la vez nerviosa. 0
- Nadie se atrevería a acercarse y hablar contigo mucho menos invitarte a bailar estando yo presente. Es por eso lo importante de una acompañante. Dónde está su padre en éstos momentos?
- En el salón donde juegan cartas, es el lugar donde acostumbra tratar de negocios. Mi padre dice que para iniciar un buen negocio...
- No, una dama no habla de negocios. No importa si son los negocios de su padre. Ya aprenderás los temas adecuados para un salón de baile, ahora observa y escucha atentamente y no se te ocurra hablar con alguien que no se te haya presentado con anterioridad aunque se encuentre frente a ti.
Rose le dedicó una mirada apesumbrada a su amiga, su madre era una mujer muy estricta en ciertos aspectos y esos eran el decoro y la etiqueta. Esperaba poder convencer a su madre de patrocinar a Margaret el resto de la temporada estaba casi segura de que ella no le había dicho nada a su padre de contratar a una acompañante.

Pronto se acercaron amigos y pretendientes a los que fue presentando a su amiga, algunos la saludaron con calidez otros fueron más fríos pero Margaret siempre se mostró alegre. No volvió a bailar con nadie aunque se lo pidieron y ella siempre respondía que el vizconde le había dado un pisotón tan fuerte que le era imposible volver a bailar esa noche. La verdad era que no sabía bailar.

Y entre baile y baile Rose siempre miraba la entrada esperando que el duque llegara. Pero no llegó, se imaginaba que su herida lo mantenía en casa. Ella esperaba que se recuperase pronto y bailaran aquella pieza que se prometieron hace mucho. Suspiró y se preguntó si el duque se acordaría siquiera de esa promesa.

Casi perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora