Capítulo 36

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Stephen tenía una historia difícil con su madre. La duquesa viuda era conocida por su apoyo a los niños huérfanos desde siempre; sus bailes, cenas, picnics, todo cuánto hacía llevaba como único objetivo lograr fondos y apoyo a su causa. Era difícil asimilar esa imagen con la de la madre distante de su infancia. Sus primeros años los pasó entre los cuidados de niñeras, muchas de ellas no duraban más de un año, si los rumores eran ciertos su padre sacó varias de ellas para convertirlas en sus amantes. Ver a su madre era tan raro de niño como ahora lo era de adulto; necesitaba una cita de antelación si quería hablar con ella y no sabía para que se reuniría o de qué hablaría con ella por lo que sus visitas no eran constantes. Pero el matrimonio era una conversación que pensaba estaba seguro iría de maravillas con ella, llevaba años intentando casarlo y estaría feliz sabiendo que ya estaba decidido. 

- Tu visita ha sido inesperada,¿James te arrastró en su intento de mantener controlada a su esposa?- dijo su madre al entrar en la biblioteca dónde lo dejo esperando para refrescarse luego de la reunión, aunque él pensaba que sólo lo hacía para verlo esperar por ella.

-James no mantiene controlada a Enma.- respondió, obligado a defender a su amigo. - Si no te diste cuenta ambos estaban muy felices de estar juntos.

El hecho que su madre no entendiera lo que pasaba entre James y Enma tenía que ser a causa de la falta de amor entre sus padres; ya en su adolescencia pudo notar la terrible relación que llevaban. Un heredero era todo lo que tenían en común y tuvo que ser la única cosa por la que se reunían y eso llevaba a los gritos de ambos. En algún momento entendió que era mejor estar lejos de ellos. Su madre se metía cada vez mas en sus obras benéficas y su padre en la bebida y las mujeres. 

- Enma pudo ser una gran duquesa, te fuiste y tu amigo te la ha ganado. - dijo apesumbrada la duquesa; Stephen sabía del afecto de su madre por Enma, muchas de sus riñas fueron a causa de sus intentos por enredarlos hacia el matrimonio. Esperaba poder mejorar su relación con las noticias que le traía. 

- Venía hablar de un tema en que ambos estaremos de acuerdo. He decidido casarme y me alegra saber que la dama a quien elegí sea de tu agrado. - respondió y obtuvo toda la atención de su madre.

Cuando mencionó a Rose como la mujer con quien deseaba casarse, su madre como siempre lo sorprendió diciendo que a pesar de las "excelentes cualidades de Lady Hamilton" no veía la razón por la que él pensaba era adecuada para ocupar el puesto de duquesa, que ella veía al marqués de Bristol muy interesado y Rose parecía interesada también. 

- ¿Bristol no es amante de una de tus protegidas? No he sido asiduo visitante de los salones de baile pero estoy muy seguro de haberlo visto siempre acompañado de su amante.- Stephen no tenía intención de pedir permiso a su madre pero dejaría claro que no permitiría interferencias.

- Son solo chismes. Grace y Bristol siempre han sido muy amigos. El hecho que su esposo no estuviera con ella durante varios años hicieron que los chismes surgieran. En estos momentos Grace y su esposo están camino a una de sus propiedades en el campo, lo que es terrible para la casa de acogida, pero estoy segura eso dejará libre a Bristol de cualquier chisme que pueda molestar en su cortejo.-respondió muy tranquila su madre.

- Parece que tiene todo bien planeado. - respondió Stephen, sabía que debía actuar rápido. Con lo enojada que se veía Rose tenía mucho que hacer antes de declararse. - Debes saber que me casaré con Rose, ya tengo el consentimiento de su hermano, así que el resto son formalidades.

Eso dejó sorprendida a su madre. Aún no entendía que veía de malo o que faltaba a Rose para ser "adecuada" según su madre, sin embargo lo tenía sin cuidado no tenía que convencerla a ella. Haciéndole una reverencia muy formal se despidió y salió. Tenía que sacar del camino a Bristol y convencer a Rose de ser su esposa. 



Casi perfectaWhere stories live. Discover now