Capítulo 20

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Rose no se podía creer que estuviera siendo llevada del brazo hacia la pista de baile por Stephen para bailar un vals. Había aceptado la invitación a bailar por supuesto pero jamás se imaginó que su suerte fuera tan mala. Ella no bailaba el vals con nadie pero cómo decírselo a Stephen sin parecer una tonta soñadora. Y luego de haber lanzado todo ese discurso de sus planes para el futuro menos. No entendía qué le había pasado, una dama no debía atosigar con problemas a ningún caballero durante un baile. Pero cuando Stephen le preguntó parecía tan interesado y ella tenía que hablar con alguien. Por fin llegaron a sus ubicaciones, realizaron las reverencias correspondientes y se dio cuenta que nada en esta temporada había resultado como había esperado. No había encontrado a su amor, no la habían besado en el salón de su casa luego de haberle pedido matrimonio y no había bailado el vals con su flamante prometido durante su fiesta de compromiso. En su lugar conoció a un duque libertino, el mismo que la rescató de una situación desesperada luego de ser abandonada por quien ella creía era su amor y ahora iba a bailar con él un vals. Definitivamente nada salió como ella quería, sin embargo, la llegada de Stephen a su vida era bienvenida y estar bailando con él era como un sueño. Rose se sentía flotar y al levantar la mirada se encontró con un par de ojos que parecían mirarla sólo a ella envolviéndolos en una burbuja de la que estaba tentada a no salir nunca. Durante el tiempo que duró el vals se sintió feliz y sabiendo de lo inadecuado de la acción no pudo dejar de sonreír embelesada durante toda la pieza. Stephen, ya hasta en sus pensamientos no era más un duque, simplemente era Stephen.

Casi perfectaOn viuen les histories. Descobreix ara