Capítulo 21

4.5K 624 8
                                    

Estoy segura, más de uno pudo darse cuenta que la dama "casi perfecta" ha hecho la conquista de la temporada. Verla bailar con cierto duque aquella pieza que no baila con nadie es indicador de lo serio de la relación. ¿Escucharemos pronto un anuncio importante? ...

Rose estuvo a punto de dejar caer su taza de té, no podía creer lo que leía, ¿una relación con Stephen, un anuncio? Estaban hablando de ella no tenía dudas, ella era la dama "casi perfecta", el apodo se había quedado,  y con el único duque con el que bailó fue Stephen.
En unas horas todas las casas de Londres leerían la columna de chismes, hasta Stephen se enteraría y no lo culparía si no volvía a verlo en toda la temporada.
En ese instante hizo su aparición su madre y Rose supo que tendría problemas si su madre leía el periódico, pero no podía impedírselo, siempre le habían gustado las columnas de chismes y las leía aún cuando le llegaban con retraso en el campo, ahora que estaba en Londres nada la detenía.

- Buenos días Rose. Hoy hace un día encantador, ¿no es cierto?
- Buenos días madre. — Rose besó a su madre y esperó tomara asiento a su lado — Sí, hoy es un día precioso. ¿Pasó una buena noche mamá?
- Acabé rendida luego del baile, cuando toqué la almohada me dormí inmediatamente. ¿ Y tú?
- Una noche de sueño profundo. — Rose sabía que estaba dilatando las cosas, su madre tarde o temprano pediría la columna de chismes — Margaret me escribió para avisarme sobre un intempestivo viaje con su padre. No sabía cuánto duraría y esperaba que no lo tomaras como una afrenta luego de que casi te obligáramos a ser su acompañante para lo que restaba de la temporada.

- Ayer hablé con su padre y me contó de esos planes de viaje.

Rose pudo notar la incomodidad de su madre al dar esa información. No sabía que el padre de Margaret y su madre se conocieran. Su rostro debió mostrar su asombro porque su madre continuó explicándose.

- El padre de Margaret vino ayer pidiendo hablar conmigo. Me pareció una total falta de modales pues no habíamos sido presentados formalmente y presentarse así en una casa no es correcto. Pero lo dejé pasar en consideración a la pobre Margaret, en serio necesita ayuda.

- ¿Y de qué quería hablar contigo? Es decir, espero no sea nada malo.

- Quería contratar mis servicios como acompañante de Margaret. — Rose vio a su madre dejar la taza de té en la mesa y respirar profundamente — ¿Te puedes imaginar la situación tan bochornosa en la que me encontré? Ese hombre no sabe nada de buenas formas. Quería hablar de mis honorarios pues su hija le comentó que yo la cuidaría durante la temporada.

Rose se podía imaginar la reunión. El padre de Margaret era un hombre al que se le podía considerar guapo, le pareció que iba muy bien vestido cuando lo conoció en una de las pocas visitas que le hizo a Margaret. Pero definitivamente sus modales y conversación no eran las de un caballero. Siempre terminaba conversando de sus negocios y de las mil formas de ganar con una inversión. Y había venido a su casa a hablar con su madre de negocios, había intentado contratar a su madre. Rose dudaba mucho que su madre hubiese conversado nunca de dinero con un hombre además de su padre y Robert actualmente. Y estaba segura que ni con ellos había sido tan precisa en detalles o cantidades. Una regla de oro de su madre era "una dama nunca  se ocupa de un tema tan vulgar como el dinero"

-Le expliqué la situación, tuve que usar toda mi paciencia para hacerlo. No parecía comprender cuál era su error al venir a "contratarme".

- Es un hombre que no conoce mucho de las reglas de la nobleza. Estoy segura no tuvo intención de ofenderte.

- Terminamos acordando que al regreso del viaje patrocinaría a Margaret el resto de la temporada. Entendió que con mi ayuda ella encontraría un partido aceptable.

- Oh mamá, gracias. Margaret estará feliz y agradecida, te lo aseguro. No te daremos problemas.

- Lo que tienen que hacer es encontrar un marido querida. No te he visto muy entusiasmada ultimamente. — En ese momento su madre tomó su mano y la apretó en señal de apoyo — No dejes que una mala experiencia opaque o eclipse las que aún pueden estar a tu alcance.

Bueno ella solita había comenzado con esa conversación y era mejor contarle a su madre sus nuevos planes. O parte de ellos. Por lo menos la parte que tenía muy clara.

- Yo debo decirte algo. Creo que ésta temporada no será lo que habíamos planeado. He conocido a cada caballero que me has presentado y no encontré a nadie que me hiciera sentir lo que debería sentir por el que será el hombre con el cual pasaré el resto de mi vida. Y el que pensé que sería, resultó un fiasco total. ¿Me perdonas? Sé que esperabas que me enamorara y  me casara está temporada.

- Rose no tengo nada que perdonarte. Nunca desearía una decisión apresurada sólo para satisfacer mis deseos. Pero no te des por vencida. El amor puede estar ahí y tú aún no te has dado cuenta.

Rose dudaba eso, ¿no debería ver a su amor y reconocerlo al instante?

-  ¿Terminaste la columna de chismes? Quiero enterarme de todo lo que me perdí ayer en el baile.

- Pero si estuviste en el baile. Cualquier cosa que se diga extra a lo que pudiste ver  de seguro será una exageración.

- Rose uno nunca puede verlo todo en un baile, además, aún quedan los otros dos bailes a los que no concurrimos.

Rose supo entonces que había llegado el momento de dar a su madre la bendita columna de chismes y esperaba, aunque con muy pocas esperanzas, que su madre no se diera cuenta de la mención que se le hacía. Pero como ninguna desgracia viene sola en el preciso momento que alcanzaba a su madre la columna apareció su hermano para sentarse a tomar el desayuno con ellas.

- Buenos días. ¿No les parece que éste es un día encantador? Creo que podría llevarlas a dar un paseo y así no desperdiciar este sol.

-Buenos días hijo, es una excelente idea. Yo misma le comentaba a Rose del hermoso día que teníamos.

Rose no pudo más que sonreír y esperar para saber si aún tenían ganas de salir de paseo luego de enterarse del chisme de la dama "casi perfecta" y su baile con el duque. Y no nos olvidemos del inminente anuncio que se esperaba.

Casi perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora