Palabras de un corazón roto

#36

No saíbamos que hacer, al tenerlo tan cerca solo pensaba en besarlo y pensar que probablemente el pensaba lo mismo, enloquecia a mi corazón por completo.

Después de unos cuantos minutos, nos separamos, él creo esa distancia de nuevo para después de eso irse.

Y ahí una tristeza lleno mi cuerpo y mente, tal vez sólo me hice la ilusión de que él querría lo mismo que yo.

Acomode mi ropa con desánimo y decepción, para después dirigirme a mi salón.

Pero no acabo ahí, por alguna razón solíamos chocar bastante seguido.

¿Por qué? No lo sé y no me quejaba de ello, pues me encantaba estar cerca de él, poder oler su perfume y a si vez poder escuchar su corazón.

Ese era el momento que más me encantaba, el ser pequeña de estatura al parecer no tenía nada de malo, pues cada que me acercaba a él, cada que chocabamos o por accidente nos abrazabamos, mi cabeza quedaba en su pecho, donde era capaz de escuchar aquellos latidos.

Esos latidos

Me hubiera gustado poder escuchar cuando fueran de forma rápida y sólo por estar cerca mío.

Quería que ese corazón latiera para mí , por mí y sólo por mí.

Sin embargo esa fue otra ilusión, otro deseo que probablemente nunca se cumpliría.