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Finale

Los días siguieron su curso, todo parecía normal, las platicas de siempre, las clases, los proyectos, las salidas, todo, absolutamente todo iba bien, o al menos eso creía yo.

El cumpleaños de benjamín se acercaba con rapidez, y yo no sabia si regalarle algo o solo felicitarle o ir a verlo cuando el momento llegará. Pues cuando fue mi cumpleaños, el me llevo a cenar a un lindo café en el centro, pero no estábamos solos, nuestros amigos también; en pocas palabras fue una fiesta sorpresa.

Y vaya sorpresa.

El llevo a su amiga, aquella que ha sido parte de todas sus conversaciones, durante los últimos meses. Decidí no tomarle demasiada importancia y solo alegrarme por estar con mis amigos.

Pero regresando al cumpleaños de Benjamín. Como ninguno tenía el suficiente tiempo como para vernos, creí que sería buena idea ir ese día a su salón a felicitarlo junto con mi amiga Sara después de que se acabaran nuestras clases, pues ella era la única de las dos que sabía en que donde se encontraba.

Todavía recuerdo ese día perfectamente, y más aquel momento en el que fui a verlo.

El día estaba de lo más tranquilo, un hermoso cielo nublado con un poco de frío recordándonos a todos que se acercaba el invierno. Las clases también transcurrieron de lo más normal, no había nada raro ni sorprendente. Seguíamos conversando por mensajes, todo bien. Hasta que llegó la hora de salida y encontrarme con Sara. Ahí, justo ahí sentí un mal presentimiento pero seguro solo eran mis nervios; le había preparado un regalo, era sencillo, una playera de su banda de rock favorita y un chocolate, nada del otro mundo.

Al acercarnos al edificio decidimos márcale a su celular para saber si se encontraba en su salón, pues en ningún momento le dijimos que iríamos. Contesto después de tres llamadas, diciéndonos que acababa de salir de un examen y por ello no pudo contestar.

Nos dirigimos a su salón, se encontraba en el tercer piso al fondo. Al subir las últimas escaleras lo vi recargado en  La pared fuera de su salón, vestido de negro como siempre. Se veía tranquilo, al parecer le había ido bien el examen.

Nos acercamos a él, siendo Sara la primera en saludarlo y felicitarlo, al momento de soltarla del abrazo que ella le había dado volteo a verme con aquella característica mirada, sus ojos oscuros totalmente posados sobre mi, yeso simplemente me encantaba sin importar que. Entonces lo abracé y felicité para después darle su regalo.

Él se veía feliz por ello, pero no tanto como cuando ella llegó. Resulta que aquella chica tenía clase a solo dos salones del suyo y acaba de salir, no hubo ningún problema.

El problema surgió cuando nos dijo "les presento a Anna, mi novia"

Hay fue cuando todo mi mundo se derrumbó.

Su novia

¡SU NOVIA!

¡ES ACASO UNA JODIDA BROMA!

¡¿EN QUE MOMENTO?!

Tenia demasiadas preguntas como lágrimas empezando a acumularse en mis ojos, pero al final no dije nada, solo la saludé y deje que todos siguieran conversando amistosamente mientras yo solo me encontraba ahí buscando algún indicio que me dijera que nada de eso era cierto.

Pero no lo hubo, en su lugar vi perfectamente como la miraba con un brillo en los ojos y una gran sonrisa, en definitiva a mi nunca me miro así. Pero eso no es todo, puede presenciar perfectamente como se acerca a besarla custodia frente a mi para después mirarme y sonreírme con malicia.

Palabras de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora