Capítulo 2

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Woozi se encontraba organizando con Boo su segunda entrega de estupefacientes cuando la radio suena interrumpiendo su trabajo.

__Adivinen quien volvió –La voz de Marco sonaba juguetona, y Woozi apunto de mandarlo al demonio por interrumpirlo, el pelinegro prosiguió–. El cachorrito modelo.

El cerebro del pelirrojo maquino rápidamente un plan que venía pensando de ante mano, y le dio una rápida mirada al rubio a su lado el cual no tardó en entender brindándole una traviesa sonrisa para ir al encuentro del moreno. Woozi sin necesidad de levantarse de la silla, terminó de dar las últimas indicaciones a Vernon, para seguir con su trabajo y esperar su turno para encontrarse con el cachorro modelo.

Min Gyu se encontraba buscando con la vista al pequeño pelirrojo, cuando visualizó al chico rubio, anterior víctima de robo seguido de él claro está; el cual se acercó a él saludándolo, el moreno rápidamente se disculpó al no poder recuperar sus bolsas a lo que el rubio negó diciendo que no había ningún problema y que aquello pasaba con frecuencia en aquel pueblo.

__ ¿Por qué estás aquí?, es muy peligroso –Le advirtió con inocencia el rubio.

__Busco a un chico pelirrojo... -El menor se detuvo al recordar que no sabía el nombre del pelirrojo- Es de esta altura aproximadamente –Explicó haciendo señas con sus manos- Y... creo que siempre anda serio y malhumorado –Boo tuvo que poner todo su esfuerzo en no reír antes aquella descripción y es que si arruinaba uno de los caprichos de Woozi se metería en serios problemas.

__Oh, sé de quién hablas, lo vi hace poco entrar al bar que queda a dos cuadras cruzando a la derecha.

__ ¿Enserio?, ¡gracias! –Dio unos cuantos pasos en la dirección dada y volteó para encarar al rubio- ¿Cómo te llamas? –Pero el rubio ya se encontraba lejos y su pregunta fue en vano.

Al llegar al bar no había más que un local sin ventanas y con las capas de pintura cayéndosele a pedazos, entró sin ningún problema al no haber siquiera un guardia de seguridad como se acostumbraba, y olores desconocidos lo invadieron, aquel lugar se encontraba repleto de personas para ser las ocho de la mañana, y sus miradas eran realmente intimidantes, trató de visualizar una cabellera rojiza con mucho nerviosismo, pero al no encontrarla se sentó en un banco y un chico castaño se acercó a él saludándolo en inglés y ofreciéndole una bebida. Gyu agradeció en su mismo idioma y se llevó la bebida a los labios para simular tomarla, pero al olerla reconoció que solo era refresco así que tomó un trago. El castaño le sonrió y habló ahora en coreano.

__ ¿Qué hace un lindo cachorrito en esta cochinera? –El moreno se sorprendió al escuchar al chico hablar su idioma-

__ Hablas coreano –Afirmó-

__ Trabajo aquí, escucho muchos idiomas a diario –Se encogió de hombros y el moreno tomó otro trago para empezar a explicar su situación, pero un repentino mareo frenó sus palabras-. ¿Estás bien?

__ Yo... busco... -Min Gyu no podía articular palabras y casi cayó al suelo de no ser por el castaño, lo sostuvo y lo guió a los baños, el moreno ya no podía ver con claridad y sintió como caía sentado al suelo, cerró sus ojos con fuerza mientras escuchaba la música mezclada con voces desconocidas, su cuerpo no reaccionaba y para cuando abrió los ojos se encontraba solo, y sin el bolso que traía en su espalda. Aun mareado se levantó del suelo y dando tropezones salió de aquel bar completamente desorientado.

El joven caminaba por las calles como todo un borracho, ganándose muchas miradas, pero nadie se acercaba, pues sabían que aquel chico era víctima de Woozi y no querían tirar su vida a la borda. El moreno salió de aquel pueblo y emprendió rumbo al lugar donde anteriormente se había encontrado con el pelirrojo pero no lograba encontrarlo en aquella vegetación.

__ Maldita sea –Se queja el menor dejándose caer tomando su cabeza entre sus manos cuando sintió una mano posarse sobre su hombro provocándole un susto.

__ ¿Qué haces aquí? –Preguntó el pelirrojo con el ceño fruncido-. Al no tener respuestas del moreno, le hizo señas para que lo siguiera, el menor se levantó torpemente para seguirlo y llegar a la zona de su anterior encuentro donde una delicada grama que contenía flores amarillas brindaban un espacio muy cómodo y sin malas yerbas, los arboles alrededor estaban más juntos que el resto y con los arbusto le daban al lugar algo de privacidad, realmente era agradable y relajante estar ahí. Ambos se sentaron frente a frente conectando miradas, el moreno tomó la iniciática y se inclinó ante el mayor pidiendo disculpas.

__ Te traía algunas cosas, pero el chico rubio me dijo que estabas en el bar, luego aquel ingles me ofreció algo, ¡olía a refresco!, yo lo tomé y no recuerdo muy bien que pasó pero creo que me robó, y ahora no tengo nada que darte, realmente lo siento –Se inclinó nuevamente ante el pelirrojo que con todas sus fuerzas contenía la sonrisa que se asomaba en su rostro

__No te inclines, que posea sangre coreana no quiere decir que tenga tus costumbres

__Volveré y te traeré nuevamente algo, hiciste todo eso por mí, quien sabe, sin tu ayuda tal vez yo estuviese muerto en estos momentos.

__Posiblemente, si, estuvieras muerto –Afirmó-. ¿Que me ibas a dar?

__Ropa, también traía unos lindos zapatos, enserio lo siento

__ ¿No pensaste que te robarían?

__ No realmente, ya que me robaron la primera vez, no creí que se repitiera –Woozi al escuchar aquella estúpida lógica sin sentido no pudo evitar soltar una sonora carcajada que sorprendió al moreno, el cual no pudo evitar sonreír al ver por primera vez al pelirrojo reír.

__ Tal vez si pudiera comunicarme contigo, te haría saber a dónde ir –Dijo el mayor calmando su risa pero aun manteniendo una sonrisa en su rostro.

__ ¡Un celular!

__ ¿Un celular? –Preguntó con inocencia-

__ El próximo sábado te traeré un celular, así podré contactarme contigo, te esperaré aquí en la mañana, también traeré ropa nueva, y otro par de zapatos –El pelirrojo no podía creer lo que decía el contrario.

__ Tú...

__ ¿Cómo te llamas? –Woozi suspiró para levantarse y dar media vuelta- ¿Por qué no me dices tu nombre? ¿A dónde vas?

__ El próximo sábado a las nueve, quiero galletas.

El moreno no hizo más preguntas, el mayor había aceptado verlo el próximo sábado y eso era suficiente para olvidar el mal rato que pasó en aquel bar y las incontables dudas que esperaba aclarar en sus futuros encuentros. 

Sam&Char

Red Boy [Gyuzi - JiGyu]Where stories live. Discover now