Capítulo 11

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Woozi al siguiente día, luego de su reunión con Soon, se dirigió al pequeño súper, entrando al establecimiento saludando al viejo, subió al segundo piso encontrándose con Cheol en el cuarto de depósito.

___ Necesito hablar contigo-. El joven lo miró asintiendo confundido ante la actitud de su amigo y lo guió hasta una pequeña habitación, que compartía con su abuelo, luego de sentarse frente a frente en una de las camas, Cheol habló.

__ ¿Está todo bien?

__ ¿Has escuchado de un grupo nuevo de traficantes en los barrios bajos, liderado por un asiático?

__ Woozi, sabes que no me interesan esos temas-. El joven lo miraba algo irritado-. Sí, estoy agradecido contigo y SoonYoung por ayudarme con este negocio, pero quedamos que no me involucraría en esas cosas.

__ Lo sé, pero-. Pasó una mano por sus cabellos peinándolos hacia atrás, para que estos cayeran nuevamente en su frente-. Enserio, necesito ayuda con esto.

Cheol rápidamente se empezó a preocupar por su amigo dejando a un lado su molestia ante el tema, el pelirrojo no es el tipo de persona que solicitaría ayuda y mucho menos alguien que insistiría con notable frustración.

__ No se nada del tema, las últimas personas asiáticas de las que me enteré fueron: Un viejo chino, que habló algo de negocios con armas y luego se fue-. Hizo una pausa para recordar al moreno-. Y el joven pelinegro que vino unas tres veces al pueblo.

__ ¿Cómo te enteraste del viejo chino?

__ Vino a comprar algo y escuché su conversación con el vendedor, puedes ver las cámaras de seguridad y escuchar, tal vez así encuentres algo.

__ Está bien.

__ Por cierto Boo me dijo que robaste al moreno esas tres veces, ¿es cierto?

__ Sí, pero no volvió más, es historia.

__ Tal vez volvió a su país, era un turista después de todo.

__ Si, tal vez-. Y aunque esas fueron sus palabras, el pelirrojo sintió una puntada en su pecho al pensar que lo que había dicho su amigo, podría ser cierto.

Luego de esa pequeña plática, empezaron a revisar las grabaciones y escuchar algunas conversaciones, al no encontrar nada significante, emprendió rumbo al único lugar donde podía relajarse; durante su caminata sus pensamientos lo consumían.

En las grabaciones, por tres oportunidades, vio pasar al moreno frente al local dando rápidas miradas y aunque el pelirrojo no mostró emoción alguna en su rostro, sintió cierta tristeza al recordar las palabras de su amigo, tal vez se había marchado, tal vez lo había descubierto.

Y entonces esa idea dejó helado al pelirrojo, ¿Qué pasaría cuando Gyu lo descubra?, eso realmente no le importaba, o al menos no lo haría anteriormente. Pero el moreno era clase aparte, y aunque no lo demostrara se preocupaba por él, era tan estúpido e iluso, era la única persona que pondría su vida en riesgo por un capricho, o tal vez no lo era, pero para Woozi era especial por ese simple hecho, porque nunca alguien hizo aquello por él, esas cortas visitas le alegraban su día, aunque al principio solo quería sacar provecho, Gyu se convirtió en la persona que lo hacía olvidar la vida de mierda que tenía.

Cheol, Vernon, Boo y Marco compartieron infancia con él, con los pobres cuidados del abuelo de Cheol, eran como el pequeño grupo de asiáticos en aquel pueblo, y aunque su infancia consistió en hambre, falta de higiene, de hogar y de esperanza, alguien les dio una oportunidad, y agregó a cuatro más a la familia. A pesar de todo pudieron salir adelante, no de una forma decente, pero lo hicieron, fuera de ese ambiente familiar la única persona con la que se relacionó fue con Soon.

Al principio sintió admiración, luego deseo, y luego empezó a confundirlo con amor, Soon se llevó todas sus primeras veces y Woozi no se arrepentía, a pesar de todo, había aceptado el hecho de que se marchó por tres años, sin decir ni una palabra, el pelirrojo superó rápido aquella inestable relación y aprendió a diferenciar deseo y capricho de amor.

O al menos eso creía, hasta que Gyu apareció. Sí, al principio fue capricho mezclado con malas intenciones, luego se juntó el deseo, y ahora empezaba a tener inestables sentimientos hacia el moreno que lo hacían enojar, pues al pelirrojo no le gustaba la sensación de estar confundido y perdido.

Sus pensamientos se detuvieron al igual que su cuerpo al ver a un joven moreno recostado de un árbol, tal vez en otra oportunidad se hubiese alegrado internamente de verlo, o al saber que en ese mes que estuvo desaparecido, no había vuelto a su país, pero Gyu estaba completamente serio, no lo recibió con su hermosa sonrisa y sus peculiares colmillos y eso le dio al pelirrojo un terrible presentimiento.

__ ¿Puedes sentarte?, necesito hablar contigo.


Sam&Char


Red Boy [Gyuzi - JiGyu]Where stories live. Discover now