29|| Karma.

86.7K 5.7K 716
                                    

El avión aterriza en California y yo no puedo hacer más que tratar de aguantar las ganas de dormir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El avión aterriza en California y yo no puedo hacer más que tratar de aguantar las ganas de dormir.

Después de que Hudson fuera a mi hotel anoche, no pude pegar un ojo en todas las horas siguientes hasta que estuve en el avión esperando aterrizar en mi lugar de origen.

No quería regresar, de hecho en mis planes estaba el quedarme con Hudson pues solo sería el padre de mi bebé, sin embargo nos involucramos más de la cuenta y todo terminó en desastre.

El ardiente sol me hace sonreír, estar aquí se siente bien, se siente fresco pero no hago nada de lo que quisiera porque siento que tengo ojos sobre mí.

Me muevo deprisa tomando mis maletas y luego cogiendo un taxi. No tengo idea cuál sería la mejor parte para vivir sola así que le pido que me deje en el centro, ya veré qué hacer desde ahí.

Las cuadras largas repletas de tiendas de moda son lo único que veo hasta que finalmente diviso un edificio de apartamentos con seguridad en la entrada. Sé que será costoso, sé que seguramente tendré que trabajar mucho para devolver cada centavo que gaste de ahora en más pero pienso que lo vale porque no me veo a mí misma luchando con mi hermano o mi padre ahora que mi barriga se nota.

—Hola, quisiera rentar una habitación—le digo a la joven recepcionista.

Sus ojos azules me recorren, trata de buscar el signo de dinero en mi mirada pero ya pasé por la humillación antes así que reconozco de inmediato la expresión en su rostro.

—Lo lamento pero nuestras rentas son por mes y no quiero sonar grosera pero no creo que puedas pagar una de nuestras habitaciones—dice condescendiente. Busca en su mueble una tarjeta y la desliza en mi dirección.—Ahí podrás encontrar habitaciones a un costo mucho menos elevado, linda.

Las hormonas me enloquecen y sumado a eso, toda la mierda que pasé para llegar aquí me tiene al límite así que hago todo mi esfuerzo por no estamparle la cara contra el vidrio de su escritorio.

—Escucha, linda—digo con los dientes apretados, devolviéndole la tarjeta y entregando la mía. Se queda asombrada al ver el color negro con dorado. —No te pregunté cuánto cuesta ¿cierto? Dije que quiero una. Y la quiero ya.

Abre la boca varias veces pero baja la mirada mientras comienza con el papeleo. Teclea rápido hasta que me sonríe apenada.

—Lo siento pero al no ser titular de la cuenta tenemos que llamar al señor McMurray para verificar la transacción y...

—Hágalo entonces—digo. Le entrego el número y observo con una ceja en alto su conversación con Hudson que al parecer le da el visto bueno pues ella finaliza la llamada y me entrega la llave electrónica. —¿Todo en orden?

—Sí, Julio llevará sus maletas—el botones llega y le entrego mis maletas preguntándome qué hará Hudson con esta nueva información pues ahora sabe dónde me estoy quedando.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)Where stories live. Discover now