36|| Pánico.

82.1K 5.3K 874
                                    

La rapidez con la que pasa el tiempo a veces sorprende y lo que puede suceder en días solamente mucho más

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La rapidez con la que pasa el tiempo a veces sorprende y lo que puede suceder en días solamente mucho más.

Pasan semanas enteras luego de que Lia me rechazara la propuesta de matrimonio. Nuestras fotografías en la cena de compromiso fueron tapa de las mayores revistas del país anunciando que estamos comprometidos mientras que en la realidad tuve que pelear día y noche por ganarme la confianza de Lia.

De a poco los papeles se fueron invirtiendo. Comencé a reprogramar mis viajes, a llevarla conmigo a los partidos que fueran cerca de casa para evitar que se suba a un avión, comenzamos a salir solamente los dos dándole lugar a que me conozca como tanto lo quiso y también para que viera que no soy tan idiota como siempre le hice ver además de que me ocupé de lo que fuera necesario para nuestra hija estando presente en su cita médica y dándole cada gusto que tuvo como salir a comprar pepinillos a las tres de la madrugada porque despertó con ansias de querer comer eso.

Nuestra relación cambió tanto gracias a la terapia pues comenzamos terapia de parejas. Lia se tomó en serio eso de la esperanza puesto que hicimos lo necesario para avanzar. Ahora compartimos habitación de nuevo aunque no llegamos a lo sexual aún pero se siente bien. Saber que la tengo y que estamos dando pequeños pasos se siente un avance enorme.

Pero así como se avanza a un futuro, el pasado no tarda en tocar a tu puerta, por desgracia.

Observo a Lia, su vientre ahora enorme la agota tanto para caminar que da pequeños pasos para luego terminar sentada al borde de la cama. La bebé ha crecido bastante y todo marcha bien, sin embargo su cansancio me da mala espina cuando se toca la zona lumbar.

—¿Todo bien, amor?—pregunto doblando mi prenda para luego dejarla en la maleta.

—Sí, no te preocupes—asegura aunque no luce como si todo estuviera bien.

Dejo la prenda que estaba a punto de doblar y me acerco tomando asiento detrás de ella. Poso la mano en la zona que estaba apretándose y comienzo a hacer pequeños círculos con un mínimo de fuerza que la hacen gemir lo cual me causa risa.

—Oh, se siente tan bien—susurra agradecida moviéndose para disfrutar un poco más del toque. —Agradeceré el tenerla en mis brazos solo para quitarme este peso extra que me está matando.

Beso su omóplato.

—¿No quieres tener más?—mi pregunta la pone tiesa hasta que se voltea hacia mí.

—¿Tú quieres más?—alza una ceja.

Me encojo de hombros.

—¿Por qué no?

—Ni siquiera sabes si vamos a continuar juntos como pareja—dice con el ceño fruncido.

—¿Somos pareja?—ahora es mi turno de alzar una ceja. Espero atento su respuesta, si bien hemos ido a terapia de parejas y hemos avanzado, ninguno de los dos se ha atrevido a poner una etiqueta a lo que somos porque siempre que hemos intentado poner una, la termino cagando así que no, gracias.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)Where stories live. Discover now