Capítulo 35

15K 1.6K 196
                                    

—No voy a perdonarte que hayas querido matar algo sobre lo que no solo tienes derecho a decidir tú —dijo tratando de no elevar la voz—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No voy a perdonarte que hayas querido matar algo sobre lo que no solo tienes derecho a decidir tú —dijo tratando de no elevar la voz—. No puedo decirte ahora lo que siento porque no estás en condiciones pero te aseguro que no voy a permitir que lo mates. No me provoques porque te juro que vas a conocerme en realidad. No me obligues a quitártelo y evitar que lo vuelvas a ver.

—No puedes hacerme eso —dije enfadada—. ¡No puedes quitármelo. No voy a permitir que lo hagas!

—Ponme a prueba y verás lo desgraciado que puedo ser —articuló apretando los dientes—. Te aseguro que puedo hacer eso y más.

     Se acercó a mí hasta quedar prácticamente a un solo palmo de mi rostro.

—No me arrepiento de lo que pasó entre nosotros porque tendría que arrepentirme de mi hijo —dijo bastante enfadado—. Me arrepiento de que la madre seas tú.

    Mis lágrimas rodaron por mis mejillas sin poder contenerme.

    Extendí la mano para tomar la suya pero se jaló.

—No vuelvas a tocarme —dijo decidido—. Me da asco que una persona como tú tenga la osadía de atreverse a tocarme. Entre tú y yo hay un abismo de diferencia. ¿Este era el Petrov que querías conocer? Pues enhorabuena, el amor que te tuve es ahora tu infierno personal.

—Déjala en paz —escuché la voz de Sebastian hablar desde la entrada—. No voy a permitir que le hagas daño a mi hermana.

—No te metas en esto —dijo sin despegar su vista de mí—. Esto es entre ella y yo.

—Aléjate de mi hermana. —Volvió a decir—. No voy a permitir que la lastimes.
 
     Fredek rió antes de girarse.

—¿Y quién va a impedir que acabe con ella? —preguntó con un deje de burla—. ¿Tú? ¿Un afeminado que no conoce ni su lugar en el mundo? ¿O lo hará el gran embajador?

    Su risa amarga resonó por la habitación.

—No te hagas el imbécil que bien sabes que ni tú ni Richard pueden hacer nada —dijo acercándose a mi hermano—. Puedo acabar tu carrera y acabarte con un chasquido y no voy a tocarme el corazón y llevarme a todos los que se interpongan para quedarme a mi hijo. Tú decides si lo pones fácil o te lo pones difícil.

    Se giró para verme y nuevamente se acercó.

—Voy a tenerte vigilada, voy a acabar contigo si intentas algo estúpido —decretó—. ¿Esto era lo que querías de mí? Bienvenida seas.

    Se dio la vuelta y salió de la habitación sin siquiera mirar de nuevo a nadie. Blair entró de inmediato a la habitación y rápidamente se acercó a mí para abrazarme.

—Vamos a estar bien —dijo como si eso resolviera todo—. No va a pasar nada.

—Me odia —dije pero ella negó—. Me odia y quiere quitarme a mi hijo.

Amor de habitación (Serie Amores 2)Where stories live. Discover now