Capítulo 52

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Entré sin dudar a la habitación de mi bebé que parecía dormido

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Entré sin dudar a la habitación de mi bebé que parecía dormido.

   Lo toqué, estaba frío y parecía apenas respirar.

    Lo tomé en brazos y bajé las escaleras de vuelta antes de que me topara con el caos.

    Fredek convulsionaba en el piso con el rostro amoratado.

    El disparo se escuchó mientras Sebastian corría hacia donde se había escuchado.

    Quería detenerme a auxiliarlo pero necesitaba ayudar a mi bebé.

    Solo lloré al verlo y corrí hacia la salida pero fui detenida por Vlad.

—¡Suéltame! ¡Mi bebé se muere! —grité histeria y a punto de desfallecer de locura.

   La ambulancia arribó entonces y todo pasó en un abrir y cerrar de ojos.

    Me arrebataron al niño para revisarlo e inmediatamente fue subido casi al mismo tiempo que Fredek.

     Me subí de inmediato y antes de que decir nada la ambulancia siguió su camino.

    Me acerqué a mi hijo que estaba cada vez más blanco y con los labios morados mientras veía al paramédico ayudarlo y después giré hacia Fredek. Se veía muy mal, tenía el rostro cenizo y le sangraba la nariz.

    Me acerqué y tomé su mano.

   Temblaba de forma permanente y era incapaz, de decir nada.

    El oxígeno que le habían puesto parecía ser insuficiente.

   Fredek estaba muriendo y aunque sabía que quería decirme algo simplemente asentí y besé su mano.

   Sabía que quería despedirse de mí y de mi hijo pero yo no se lo permitiría. No cuando sabía que no quería dejarme.

   Me acerqué a su oído.

—Vas a pelear porque te necesitamos —dije conteniéndome para no envolverme en llanto—. Vas a lograrlo por mí y por Viktor.

    Me senté a su lado pero él apenas me miraba y cada vez parecía peor.

    La ambulancia llegó e inmediatamente fueron bajados para ser atendidos y yo fui dejada atrás para dar los datos necesarios.

    Mi familia entró junto a la de él y pronto me vi rodeada de abrazos.

    La lentitud pasmosa con la que pasaron las horas me estaba matando. No soportaría perderlos a ambos.

     La doctora salió y explicó a detalle la situación.

   Mi hijo había sido sedado en dosis letales para un pequeño de su edad y aunque la situación era crítica esperaban que el bebé resistiera. No así el estado de Fredek. El veneno había actuado y solo quedaba esperar que su cuerpo reaccionara.

Amor de habitación (Serie Amores 2)Where stories live. Discover now