Capítulo VI: Como un Drama Coreano.

5.2K 282 25
                                    

- ¿Por qué cerraste la laptop como si estuvieras guardando algo sospechoso?

-Alucinas. No estoy guardando nada sospechoso, simplemente no tiene tanta pila -respondo con una risa nerviosa que se me escapa. ¿Por qué no puedo ni siquiera mentir bien? Claro, si pudiera ser buena actuando como lo estoy de demente, esto no sería como tal.

-Claro, ya te creo. Entonces, ¿no te importa si le doy un vistazo? -Se acerca a mí con una mirada penetrante, que me hace temblar de pies a cabeza. Él nunca me ha mirado así en mi vida, y eso me desconcierta de muchas maneras. Quiero decirme a mí misma que no funciona en mí en nada, pero estaría mintiendo, porque siento mis piernas hechas de gelatina.

-No, porque es personal -y como si fuera un escudo, me pongo casi encima del escritorio, para que no llegue ni siquiera a tocarla. Dante se acerca aún más a mí, y eso logra intimidarme aún más. Un año atrás, mi corazón se aceleraría y me atrevería a besarlo. Ahora... no lo creo así. Porque no es el mismo Dante; me resulta más alto, más hermoso e intimidante. Y un total imbécil que hace acelerar mi traicionero corazón.

-Yo creo que es algo sumamente sucio para que sigas protegiéndolo así, morena sexy -se ríe de mí, lo puedo leer en sus ojos color miel, que lucen más oscuros de lo normal. Su rostro está casi rozando el mío, logran distraerme completamente con sus labios y penetrantes ojos. Esto hasta me pone los pelos de punta.

-Pues sigue creyéndolo, porque no es así. Lo aseguro -no sé cómo me las arreglé para contestar sin que mi voz saliera temblorosa, pero pude hacerlo. No puedo creer aún que este sea el Dante que me sonría tímidamente sólo en momentos íntimos entre los dos, y cuando había alguien más, se cerraba completamente. Él sigue mirándome sospechosamente.

No puedo evitar pensar cuánto ha cambiado en sólo un año y meses. No sé si los cambios los ha hecho por él, o porque simplemente lo han dañado tanto que ha tenido que hacerlo. Nunca podré saberlo, porque ya no siento que Dante me quiera en su vida, y si él está aquí, esta noche, es porque no tiene a nadie más en quien apoyarse. Y por más que duela, puede venir cuantas veces quiera, no importa si termina rompiéndome el corazón.

- ¿Ni siquiera un vistazo? -Dice a unos centímetros de mi boca, y pronto estoy soñando con tenerlos encima, sus labios chocar contra los míos. Quiero tenerlos para saber si sólo con él podré sentir aquellos fuegos artificiales que tanto aparecen cuando me ha sonreído por primera vez en tanto tiempo.

-Nada de nada -me burlo de él, haciéndome (lo más posible) hacia atrás, porque es demasiada tentación tenerlo enfrente de mí de aquella manera. Lo juro.

-Entonces... -me mira lascivamente, con una sonrisa ladina- tendré que arrebatártelo. -Me sonríe preciosamente, y eso no me deja procesar lo que me ha dicho, pero es demasiado tarde. Se lleva mi laptop por encima de mi cabeza, abriéndola para leer su contenido.

- ¡Joder, noooooooooooooo! -Exclamo sintiéndome presa del pánico, y entonces hago lo que nunca llegué a pensar que haría en mi vida: actuar como una maldita demente que se cuelga encima como un mono.

Así que, me aviento encima de él, por su espalda, y le tapo los ojos, para que no lea el contenido, mientras que con mis piernas las enredo en su cintura delgada y desnuda, por debajo de la chaqueta. Dante agarra con fuerza la computadora, mientras trata de no caerse. Escucho que grita una grosería, y porque aprieto más su rostro con una de mis manos, y con la otra, trato de agarrar mi laptop.

- ¡Verónica, bájate, que no me veo nada, gilipollas! ¡Si me caigo, juro que te doy una jodida ostia! ¡No veo nada! -Exclama, tratando de aferrarse más a la laptop.

- ¡Ese es el chiste; que no veas, jodida mierda tramposa! ¡Maldito manipulador!

Pronto, nos tambaleamos y cuando me doy cuenta de lo que está a punto de pasar, es demasiado tarde. Chocamos contra la pared enfrente de mi escritorio, a un lado de mi tocador, y juntos caemos al suelo, donde la laptop se aporrea contra el suelo, rompiéndose de la pantalla y algunas teclas.

Desafiando a Dante (Desamores #1)Where stories live. Discover now