-XIII-

5.1K 292 235
                                    


Era un nuevo día en la clase de 3-A y cierta castaña se encontraba sentada de brazos cruzados en su asiento. Dicha chica tenía un semblante serio, parecía estar molesta por algo o con alguien, aunque sus cachetes hinchados le daban un toque tierno a dicha chica.

—"No lo perdonaré jamás, es más, que se vaya buscando una nueva amiga" —Pensó Uraraka viendo al techo de reojo.

El día anterior le cerró la puerta en la cara a Izuku después de que él la acompañó hasta su hogar, seguramente lo hizo por una rabieta infantil. O quién sabe.

—"Si, ojala le hubiera roto la cara, para que así no ande de coqueto con otra chica que no sea yo" —volvió a pensar de forma inconsciente la joven Ochaco. —¡Jum! —Infló más los cachetes y se cruzó más de brazos, se encogió en su asiento y allí permanecería hasta que iniciará la primer hora de clases.

—Jujujuju~ —Una risa contenida proveniente del asiento del frente la hizo voltear.

Se extrañó mucho al ver que Yaoyorozu se reía mientras la observaba con ternura. La pelinegra se tapaba la boca con los dedos de una de sus manos para acallar un poco su risa.

—Ay Uraraka, te ves adorable haciendo esa cara —le dijo ella con tono amistoso.

La castaña apretó su boca y bajo la miraba al suelo. Ahora se sentía sumamente avergonzada con la cara ardiendo hasta más no poder.

Se suponía que debía verse seria y no adorable, quería dar a entender que no estaba de humor hoy y que no quería que nadie le hablará este día y muchísimo menos, ese idiota de Deku-Kun, el cuál vio que venía entrando al salón y él muy descarado no venía solo, venía con esa.

—Idiota... —Murmuró por lo bajo desviando la mirada a un lado.

Lastimosamente para ella, su amiga Jirou iba pasando a su lado y alcanzó a escuchar eso que ella dijo. Ambas se quedaron viendo fijamente la una a la otra.

—¿Cómo me llamaste? —Dijo la pelimorada con una expresión amenazante en su rostro.

Uraraka se puso pálida por el miedo. En verdad su amiga si sabia cómo ser muy intimidante a veces.

—N-no, no Jiro-San, no hablaba de ti, perdón —se disculpó entre titubeos.

Jirou simplemente rodó los ojos y siguió su camino hasta su asiento.

—Cómo sea... —Alcanzó a decirle a Uraraka en un tono reservado. Parecía decaída y molesta a la vez.

—¡S-si! —Exclamó Uraraka rápidamente.

La chica emo se sentó en su asiento y cerró sus ojos para después dejar escapar mucho aire que no sabía que contenía en sus pulmones.

—Aaaaah... —Volvió a suspirar, bajó la vista y la alzó nuevamente.

Se sentía con un gran peso sobre sus hombros. El cuál era invisible a causa de las deudas que tenía con el anciano al que tenía el infortunio de llamar padre y con su madre.

No fueron muy piadosos al prestarle mucho dinero con intereses exagerados que provocaban que les debiera aún más dinero. El cuál debía cancelar en dos pagos. Una idiotez si se lo preguntan. Lo malo era que el primer pago debía ser en una semana o si no, podrían llevarla a la corte sin ningún problema.

Era injusto para ella.

Además, ¿De dónde demonios va a sacar más de veinticinco mil dólares de un solo? ¡Era imposible!

—Uhmmmmg... —Cerró sus ojos y se recostó en su asiento. No tenía ganas de nada, ni siquiera de escuchar a sus compañeros de clase. Así que se cubrió la cabeza con sus dos brazos para evitar seguir escuchando el ruido a su alrededor pero era imposible. —¡Aaaah! —Soltó un inaudible gruñido mientras se descubría la cabeza y se enderezaba en su asiento.

Mi Chico Favorito. Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin