Mi Chico Favorito.

-XXXII- Trabajo En Parejas 3: Parte 5 - Final.

Equipo Dekuraka

Uraraka entraba rápidamente a su apartamento cerrando la puerta con un fuerte azote. Parecía que corriera como si la vinieran siguiendo.

O peor...

—¡Deku-Kun llegará en cualquier momento y mi apartamento es un asco! —Gritó esta cómo si fuera el fin del mundo.

A una velocidad sobrehumana limpió su habitación, la sala, el baño, el comedor, la cocina e incluso el techo.

Todo debía estar impecable.

Unos treinta minutos después todo estaba impecable.

—Ufff... Listo... —Comentó complacida. Ahora solo debía quitarse la mochila de la espalda y cambiarse de ropa.

Después de darse una ducha rápida, corrió a su habitación envuelta en una toalla. Se disponía a ponerse algo que fuera casual y que le demostrará al chico que su visita no era la gran cosa.

Por lo que reviso su guardarropa. El cuál era muy pequeño. Pero afortunadamente para ella tenía el atuendo indicado para una ocasión especial y todo gracias a Yao-Momo.

Unos minutos después.

Uraraka salía de su habitación vestida con un vestido de color rojo con encajes en los bordes, este le llegaba hasta las rodillas. En su cuello tenía un collar de color negro con una estrella dorada que hacía juego con el vestido, usaba tacones altos de color negro y medias de color piel que terminaban por debajo de su falda. Su cabello estaba bien peinado. Además de que traía un bolso de color rojo que venía también con el vestido que Yaoyorozu le regalo en su cumpleaños y que no había podido usar.

Hasta ahora.

Una ocasión muy especial.

Para hacer la tarea con un chico especial. Tal vez demasiado especial.

—Ahora si, estoy lista —comentó con una sonrisa tranquila. Incluso se echo a reír un poco. No sabía por qué se tomaba tantas molestias. Si solamente se trataba de un chico que consideraba su amigo.

Aunque era un gran amigo. No cualquiera se lanzaba a romperle la cara a un robot gigante, no cualquiera se preocupaba por ti y no cualquiera se comportaba de una manera tan audaz y tan valiente cómo Midoriya o como ella le llamaba, Deku-Kun.

Tomó asiento en el sofá de la sala para esperar a su compañero. Debía ser paciente, él llegaría en cualquier momento, debía ser cortés y muy veloz a la hora de invitarlo a pasar. No quería ahuyentarlo.

En eso agitó su cabeza un par de veces. No sabía por qué hacía esto.

—Ni que él fuera la gran cosa... Jeje... —No supo porque pero se sintió mal al pensar de esa forma de su amigo. Era un gran chico.

—"¿¡Solo un gran chico!?" —Y para su mala suerte la voz de la Uraraka mejorada se escuchó cómo un estruendo a su alrededor. —"¡Él es un Dios!".

Uraraka simplemente se tapó los oídos. No iba a dejar que esa alucinación tomará poder sobre la situación. Sólo debía relajarse y así todo volvería a la normalidad.

—"¿Qué pasa? ¿Limpiando todo y poniéndose bonita para recibir al galán de galanes?" —pero por alguna razón la alucinación esa no se callaba. —"Espero que no usen condones ya que seguramente un animal cómo Deku-Kun los rompería".

—¡AAAAAHHH! —Gritó Uraraka por la pena. Ese tema si que la ponía muy nerviosa y avergonzada. Incluso pensar en besar a alguien era mucho para ella y algo cómo lo de las relaciones íntimas era algo que no podría tolerar.