Mi Chico Favorito.

-XXVIX- Desde Yuhei Con Amor.

En su vida se había sentido tan intimidada. Ni siquiera contra el villano más poderoso ya que rápidamente usando su kosei podía poner a reír a carcajadas a cualquiera.

Casi a cualquiera.

Puesto que el extraño ser antropomórfico que estaba sentado en su escritorio frente suyo la ponía muy pero muy, pero muy, pero muy nerviosa.

Y es que tratándose de una persona tan seria y tan exigente cómo lo es el director Nezu pues tenía miedo de mandar todo al carajo en un abrir y cerrar de ojos.

-Dígame Ms. Joke, ¿A que debo su agradable visita? -Preguntó Nezu.

La mencionada salto en su asiento. Sus ojos observaron al extraño ratón y luego a la ventana, luego al escritorio, luego al ratón, luego a la ventana y por último a la máquina de expresos que estaba a un lado de la habitación.

Seguramente el director le encantaba el café.

-¿Gusta un poco de café? -Preguntó él.

-¿Eh? -Ella lo volteó a ver un tanto sorprendida. Pues no sabía que decir.

-Sip, un poco de café es muy relajante para platicas entre profesionales del heroísmo -mencionó él mientras se levantaba y caminaba hasta la máquina de expresos.

Ella intentó detenerlo pero su nerviosismo era demasiado. A ella nunca le gustó el café. Pues dejaba los dientes amarillos y cómo su sonrisa era su carta de presentación pues debía cuidar sus preciados dientes.

Además de que el café era una bebida que deshidrataba muchísimo si se consumía en exceso.

-Aquí tiene... -Nezu dejó una taza de café en frente suyo, sobre un porta vasos encima del escritorio.

-Gracias... -Agradeció. Al parecer había recuperado el don del habla.

-De nada, y dígame, ¿A que debo el honor de su visita? -Preguntó este nuevamente. Le dio un sorbo a su taza de café y observo a la mujer con una sonrisa.

Una sonrisa de dientes amarillos.

Eso la incomodó mucho. Él no tenía ese color en sus dientes hace poco. El café manchaba muy rápido su dentadura.

Observó su taza de café. Hace años que no tomaba café. Es más, no recordaba haberlo tomado nunca. Pero ante la mirada atenta de alguien tan poderoso pues no debía ser descortés.

Tomó la taza de la oreja y le dio un enorme sorbo.

Lo malo es que olvidó que estaba caliente.

Demasiado.

Su cara se puso completamente roja mientras sus ojos lloraban. Usaba todas sus fuerzas para evitar escupir la bebida caliente y no quedar mal ante el director.

-Oh vaya, no se quemo -dijo él con un poco de extrañeza. Observo su taza y dijo. -Juraría que estaba muy caliente, incluso yo tuve que soplarle un poco. -En ese momento giró su silla dándole la espalda a la peliverde y mientras observaba la ventana empezó a contar una historia. -Hace unos años yo tenía una novia, pues recuerdo que a ella le encantaba el café y yo lo odiaba, pero la primer cita que le pedí fue para tomar una taza de café y luego no pude echarme para atrás jejeje...

Mientras el contaba su historia, Ms. Joke se sujetaba la garganta pues aún le ardía por el enorme sorbo de café que tenía en su boca. Sus ojos se dilataron un poco mientras miraban hacía el techo.

Se quemaba su lengua y parte de su boca. No podía entender lo que el director decía. Puesto que sentía un infierno en su garganta.

-"Lo que hago por amor" -Pensó.