Mi Chico Favorito.

-XVII-

—Muy bien, ahora hay que elegir a su respectivo compañero para la tarea que les dejaré —dijo Aizawa.

—¿¡Elegir un compañero para la tarea!? —Exclamaron emocionados todos en la clase 3-A.

Repitiendo lo que su maestro de aula acababa de decir.

—Si, eso dije —dijo Aizawa con cansancio y algo de desinterés.

No le gustaba para nada repetir las cosas o perder el tiempo y justamente estaba haciendo ambas.

—¿Si, Mina? —Se percató de que esta levantaba su mano.

La chica de rosa se levantó de su asiento y habló, parecía muy emocionada.

—¿Podemos elegir parejas? —Exclamó enérgica. Observando de reojo por una milésima de segundo a Kirishima. —Por que yo ya sé quién puede ser la mía. —Dijo con una sonrisa socarrona.

Aizawa simplemente negó con su cabeza. Le aburría tanta hiperactividad en sus estudiantes. Si tan solo la utilizarán para algo útil.

—¿Por que no? —Exclamó Mina nuevamente pero esta vez con un berrinche un tanto infantil.

Aizawa le indico que tomará asiento y cuándo ella lo hizo continuó.

—He decidido que las parejas sean elegidas al azar para que así no pierdan el tiempo con juegos tontos y hagan bien el trabajo que les voy a asignar —argumentó el maestro.

Todos empezaron a murmurar cosas. Algunos estaban en desacuerdo con el maestro y a otros no les interesaba mucho que digamos, cómo en el caso de Todoroki o a Shoji.

—Lo mataré si llega a venir a mi casa —murmuró Bakugou por lo bajo mientras observaba de manera asesina a Izuku.

–¡Aaaah! —Gritó este. Pues se percató de que su viejo amigo lo miraba de manera asesina. Empezó a sudar mucho y no sabía que hacer. Simplemente esperar a que el rubio desviará la mirada a un lado. —Uuuuhhh... —Soltó todo el aire contenido en sus pulmones cuándo él dejo de mirarlo.

Pero no tuvo tiempo de reponerse. Rápidamente se dio cuenta de que Toga lo miraba muy cerca. Casi como queriendo besarlo.

—¡Agh! —Gritó por el susto. La rubia lo observaba de forma soñadora. Su sonrisa era tierna.

—¿Quieres que lo mate por ti? —Preguntó de forma normal.

Lastima que sus ideas eran muy violentas.

—¿¡Ah!? –Izuku exclamó aterrado, no sabia de que hablaba ella pero si estaba muy aterrado. —¿D-de que hablas? —Se atrevió a preguntar.

La rubia miró repetidas veces de reojo en dirección a Bakugou dándole una idea al peliverde.

—¿Kacchan? —Preguntó confundido.

—Si... —Toga agitó su cabeza varias veces asintiendole a Deku. —Él te molesta y debe morir... —Murmuró poniendo una expresión asesina en su rostro.

—Aaaaah... —Izuku temió lo peor.

—Nadie molesta a mi hombre —dijo con determinación mientras se ponía de pie. Tomó un lápiz grafito con una punta muy afilada con el cuál planeaba matar a Bakugou de una forma lenta y dolorosa.

—Siéntate –ordenó el sensei.

—Ok —Toga obedeció poniendo una expresión feliz en su rostro.

Deku por su parte suspiró aliviado. Pero poco le duro el alivio ya que la rubia lo empezó a ver de reojo tal y cómo lo hacía desde el día en que tuvieron ese encuentro en el baño. Eso sin duda lo ponía muy nervioso.